Por el Dr. Alejandro Maciel, médico psiquiatra (Univ. De Buenos Aires)

 

¿Cómo funciona la memoria?

-Yo diría que de un modo injusto, para mi gusto. Hay personas con una facilidad tremenda para fijar datos precisos: cifras, detalles, listas de nombres o utensilios… uno de los casos más conocido en el ámbito moderno es el de Arturo Toscanini quien se sabía de memoria la partitura de 120 obras: sinfonías, conciertos, óperas. Pensemos que una simple canción para guitarra (que dura 3 minutos) tiene 3 o 4 hojas de partitura. Imagínense la cantidad de datos que necesita una sinfonía de 2 horas, para todos los instrumentos de una orquesta sinfónica, más un piano o violín solista. Es impresionante. Cuentan que una noche tuvo una función en La Scala de Milán y se había extraviado la partitura de dirección (tiene las instrucciones para todos los instrumentos) de una sinfonía de Beethoven y Toscanini se sentó a escribirla íntegra de memoria; tardó 2 horas y únicamente se equivocó en una nota (un la bemol) del 2do. movimiento. Los cantantes que trabajaron con él le temían porque sabían perfectamente que si emitían una nota medio tiempo más del indicado en la partitura, don Arturo los miraba desde el podio con un odio infinito. Tenía una memoria prodigiosa, algo pocas veces visto, sobre todo porque era un hombre brillante en cuanto a la inteligencia y memoria e inteligencia casi nunca van demasiado juntas. En él se daban las dos cosas; un prodigio.

¿Cómo hace el cerebro para retener un dato sin ayuda de nada más que el dato?

-Nuestra mente opera con conceptos. Los conceptos son, básicamente, el acopio de la experiencia. Por ejemplo, uno nunca piensa en sillas individuales, uno tiene en mente el concepto de mueble que sirve para sentarse y tiene al menos un punto de apoyo (pata) y un respaldo. Cualquier objeto, sea de madera, de hierro o plástico que cumpla esos requisitos mínimos se traducen como “silla” en la mente. De manera que si queremos memorizar el dato que alguien se sentó en una silla, ya tenemos dos conceptos que necesitamos unir: alguien (persona) y silla con las características particulares de ésa silla que usó fulano tal día. Fíjese que muchas veces recordamos que alguien estuvo sentado pero no recordamos cómo era la silla; eso significa que la mente retuvo sólo el concepto de silla, sin las características propias de esa silla en especial, por una cuestión de economía de la mente.

¿Tiene partes la memoria, o es un solo campo?

Hablar de espacios en la mente es un poco peligroso. La gente puede pensar que se trata de un mapa con sitios para la memoria, otro para la inteligencia, otro para la atención y en realidad son funciones integradas que están en todo el sistema nervioso, no solo en el cerebro. Ahora bien, la memoria tiene 4 pasos o aspectos: Fijación, Conservación, Evocación y Localización.

¿Qué es la fijación?

-Para decirlo en términos electrónicos es “grabar” algo en la mente, ingresar un dato. Para fijar bien (y aquí es donde conspira la ansiedad saboteando el proceso de entrada) necesitamos estar completamente lúcidos (las personas en coma no recuerdan lo que sucedió a su alrededor durante el estado comatoso, igual que los epilépticos durante las crisis o los borrachos), atender muy bien y eso está vinculado con el interés que le prestamos al dato. Por eso es importante que los maestros actúen fundamentalmente entusiasmando al alumnado, incitándoles a saber por medio de preguntas, cuestionamientos, etc. Las viejas clases de tipo magistrales no dan resultados, porque mientras el docente explica minuciosamente en el pizarrón, los alumnos  que no están motivados no prestan atención y la memoria no fija nada, queda vacía de datos. En el examen se verán los resultados….

¿En qué consiste entonces la Conservación, el segundo paso?

-Bueno, éste paso ya es absolutamente involuntario y depende de las conexiones que la mente establece automáticamente entre el nuevo dato o concepto y datos relacionados que ya están guardados en el archivo de la memoria. Estos lazos pueden ser sutiles; un simple aroma muchas veces nos recuerda situaciones muy complejas. Si el cerebro está sano, siempre deja algún rastro del dato que ingresó. Bergson decía que el olvido absoluto es imposible; en “Funes, el memorioso” Borges nos muestra hasta dónde podría llevarnos acumular todos los datos que recogemos diariamente, voluntaria e involuntariamente. De manera que algunos datos pasan al sótano para desocupar sitios activos que la mente considera valiosos. Es más fácil aprender algo nuevo de una materia conocida que aprender un dato nuevo de algo que nunca habíamos estudiado.

Cuando el dato queda conservado significa que entró en la red de comunicaciones de las células nerviosas y está disponible para su uso.

Ahora viene la Evocación, entonces.

-Correcto. Si el dato quedó registrado, será fácil evocarlo; esto significa que podremos actualizar el pasado, volver atrás simbólicamente y reconstruir algo que nos sucedió solamente con recuerdos, que no son más que ideas. Este es el prodigio del ser humano: vivir a través de ideas. La evocación puede ser espontánea, cuando salta un dato del pasado al percibir un estímulo asociado. Por ejemplo, usted va por la calle y ve pasar a una alumnita con guardapolvo blanco e inmediatamente recuerda a su compañerita con la que iba a la escuela. La imagen que vio le hizo evocar espontáneamente una parte de su pasado. Por supuesto, también existe la evocación voluntaria, cuando uno deliberadamente quiere recordar un dato. Es lo que debe funcionar perfectamente durante los exámenes, por ejemplo. Sucede que muchas veces, las viejas angustias que regresan en forma de ansiedad traban el proceso y cuando uno más necesita el dato (en una clase, cuando está exponiendo frente a todos) la mente queda “en blanco” y únicamente recuerda la ansiedad, el temor y eso empeora las cosas.

Finalmente, nos queda la localización.

-Así es. Localizar es ubicar en tiempo y espacio un dato. Por ejemplo, se cruza en la calle con alguien conocido, usted sabe perfectamente que se conocen pero no recuerda quién es, dónde lo conoció y cuándo. Esto significa que aunque la evocación fue exitosa su mente, por alguna razón que conviene estudiar, no guardó los datos complementarios: el color de la silla del que le hablaba antes. Sólo guardó el concepto. Y ahora tiene el concepto desnudo, vacío, y no tiene mucha utilidad. Tal vez se haya dado porque en su momento usted no le dio importancia y la mente “dejó pasar” los datos complementarios. Tal vez se trate de otros factores, como el estrés, la fatiga, el insomnio que otro gran ladrón de memoria.

Seguiremos hablando de la memoria en la próxima.

 

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