La noche se desliza inquieta

sobre la punta de mis dedos

que escuchan tan solo el ladrido

de unos perros alborotados

entre el mustio silencio sin parar

y unas hojas de árbol que cantan

una canción hasta nunca terminar.

 

El insomnio de la noche contagia

mis venas  cargadas de ansiedad

látigos firmes que invaden la celda

sátiras caídas desde la luna y el sol

cayendo en una alma  vacilante

hasta regar un sabor seco en la piel

atomizador de poros sin navegar

 

Una estrella punza melancolía

llovizna de lágrimas rociando

mi cama marchita empieza a nevar

angustia en silencio, corazón roto

nubes borrosas que vienen y van

el cielo luce blanco estrellado

es mi alma quien va a estallar.

 

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