En este mundo que estamos inmersos, donde las prisas los codazos y las malas costumbres adquiridas de antaño en el plano profesional y de negocio, donde por norma general todo se hace deprisa y corriendo, para así poder pasar a otra cosa.
Donde el cliente es simplemente eso un cliente y como tal tendrá su trabajo realizado pero simplemente hecho sin más.

La mediocridad impera como una norma universal, una ley física inamovible de la que parece extraño cuando alguien despunta dentro de la monotonía y de lo mediocre, y cuando esto sucede todo el mundo a intentar desprestigiarle tachándole de friki o de que no sabe lo que hace, porque lo distinto aún hoy en día en pleno siglo XXI para entrar muy pronto en el siglo XXII es sinónimo de extravagante, diferente y sin valor real.

No sé si es una percepción mía, aunque me temo que no, porque en todos los sectores industriales y sobre todo dentro de las disciplinas artísticas lo que triunfa y prima es lo mediocre, realitys escupidos pero que pese a ello triunfan teniendo cuotas de audiencias increíbles, lo mismo ocurre en  películas de poco peso en contenido y en la pintura y en la música ocurre de igual manera, y también en la literatura cuestión que me atañe directamente por ser escritor y autor, cualquier libro de autores reconocidos pese a contar con historias mediocres triunfan y tienen millones de ventas.

Todo esta dicotomía me hace pensar que además de ser mediocres y culpables de crear mediocridad, más culpables aún son los millones de personas que dan fe mediante la adquisición de todo este material, lo cual representa que la incultura en todos los aspectos esta omnipresente dentro de nuestra población mundial y a pesar de ello pienso que va en aumento y directamente proporcional al avance tecnológico.

No hay más que entrar en algún foro en Internet de cualquier tipo ya sea literario, musical o de lo que ustedes quieran. En las redes sociales se insertan publicaciones donde el estereotipo es el rey tanto en imagen como en frases echas que a mí particularmente no me parecen interesantes ni graciosas, más bien son desagradables y mediocres, en determinados blogs ocurre tres cuartos de lo mismo y estoy seguro que hoy en día el talento, la creatividad y la genialidad no existe y si existe vale menos que el oro.

Es curioso siempre he pensado que las personas altamente creativas y geniales poseían algo más valioso que el poder y el dinero, pero remitiéndome a lo que acontece en la actualidad al final va a resultar que vale menos que el oro.

 

 

Sigue leyendo a Gerardo Moreno

No Hay Más Artículos