El próximo mes se cumplirán 54 años del asesinato en Dallas, Texas, de John Fitzgerald Kennedy, quien a sus 43 años, fue el presidente más joven que hasta el día de hoy ha tenido Estados Unidos, solo atrás de Theodore Roosevelt, presidente con un año menos.

Jack Kennedy, nació en Brookline, Massachusetts, en 1917, fue el segundo hijo del matrimonio formado por John Patrick Kennedy, un exitoso empresario católico de origen irlandés, y de Rose Elizabeth Fitzgerald, descendiente de un acaudalado empresario y político de Boston, quienes educaron a sus nueve hijos para obtener el poder político, el económico y social, ya lo tenían.

El misterio de la muerte de Kennedy, en manos de Trump

El misterio de la muerte de Kennedy, en manos de Trump

Después de cumplir con su servicio militar y combatir exitosamente, durante la Segunda Guerra Mundial en la zona del pacífico sur, JFK inició lo que sería una fulgurante carrera política, que lo llevo a la presidencia de Estados Unidos en enero de 1961; una presidencia de contrastes de todo tipo, aún antes de ser presidente, ya su fuerza y buen tipo, cambiaría las formas políticas, él y Richard Malhous Nixon, protagonizaron el primer debate televisivo de la historia, hasta el día de hoy el más visto en vivo, el cual, sin lugar a dudas definió la elección más reñida del siglo XX, en su país.

La vida de los integrantes de la familia, fue escrutada, como nunca lo había sido ninguna otra del entorno político, Jacqueline Lee Bouvier, la esposa del presidente, iluminaba con su presencia cualquier lugar en donde se presentaba, aún por televisión, y el carisma infantil de los hijos, hacían lo propio, Caroline Bouvier Kennedy Schlossberg, hasta hace poco embajadora de su país en Japón, y John Fitzgerald Kennedy Jr., muerto trágicamente en 1999, fueron las estrellas de la escena, sin embargo, el contraste lo hicieron las tragedias de Arabella Kennedy, y Patrick Bouvier Kennedy, ella muerta el mismo día de su nacimiento y él vivió dos días, muriendo justo tres meses antes del asesinato de su padre. El murmullo lo ponía la actriz del momento, la californiana Norma Jean Mortenson (Baker).

Hoy uno de los mayores misterios del mundo, podría comenzar a develarse, el actual presidente norteamericano, tiene la posibilidad de abrir los expedientes del caso “JFK Records Act”, y se espera con ellos, tener luz sobre que verdaderamente paso, antes y después del 22 de noviembre de 1963. Hasta hoy lo fehaciente, lo que se ha podido comprobar, es que, el que se cree fue el asesino, Lee Harvey Oswald, fue acribillado por Jacob Leon Rubenstein, cuando era trasladado de prisión, para ser interrogado, hasta ahí.

El misterio de la muerte de Kennedy, en manos de Trump

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A John Kennedy, le vino en suerte gobernar un país con muchas aristas y variables, especialmente en al ámbito internacional, se viva en plenitud la guerra fría, que competía en todos los terrenos, con la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, en donde sin dudas demostró no estar capacitado para lidiar con esa competencia, definitivamente sobre su memoria recae, el haber intensificado la presencia de Estados Unidos en Vietnam, que paso a ser uno de los fracasos militares más rotundos de su país, no supo leer y administrar la revolución cubana y tras la invasión de Bahía de Cochinos, orilló a Fidel Alejandro Castro Ruz a refugiarse en el apoyo soviético, con todo lo que ello implicaba, que en ese momento desencadenó uno de los problemas más grandes que ha tenido la humanidad, la crisis de los misiles, finalmente, durante su corta presidencia se comenzó la construcción del muro de Berlín.

Al interior del país, tuvo que ceder a las presiones del doctor Martin Luther King Jr., para avanzar en los derechos civiles, le tocó administrar el golpazo político, social, pero sobre todo cultural, que significó el discurso del 28 de agosto de 1963 (I Have a Dream), en el que el líder de la comunidad afroamericana, reclamaba espacios de libertad, pospuestos 100 años, después de la guerra de secesión, que se supone se había desarrollado por ellos.

“El próximo mes se cumplirán 54 años del asesinato en Dallas, Texas, de John Fitzgerald Kennedy, quien a sus 43 años, fue el presidente más joven que hasta el día de hoy ha tenido Estados Unidos…”

La administración de Kennedy, comenzó con expectativas muy altas, al pedirle a la gente que no pensara que podía el país hacer por ellos, sino que deberían de pensar, que podemos hacer por nuestro país, que en pocas palabras, venía a poner a todos a trabajar en favor del país y no en intereses personales, en 1962, JFK, en un histórico discurso, dijo que habían elegido ir a la luna, no porque fuera fácil, sino porque era difícil, y eso impulsaba el espíritu norteamericano, por lo que emplazaba a la Administración Nacional de la Aeronáutica y el Espacio, para que antes de que terminara la década, un hombre hubiera puesto su pie en el satélite, misión cumplida en 1969.

3,100 expedientes, están aguardando la decisión de Donald John Trump, muchos miles de investigadores, historiadores, curiosos y creyentes de la teoría de la conspiración, como el mismo actual presidente, se frotan las manos sobre lo que pueden contener esos papeles, hoy se está terminando de evaluar, si alguno de ellos no podría causar un “daño identificable a la seguridad nacional” la Agencia Central de Inteligencia y el Buró Federal de Investigaciones, están escépticos, ya que se podrían poner en riesgo a agentes aún vivos o sus familias, pero la verdad es que la última palabra la tiene un badulaque.

 

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