Me llamó mucho la atención un artículo que leí recientemente sobre el Eclipse parcial de sol que tendrá lugar el próximo 21 de agosto, y que seguramente pocas veces nos hemos puesto a pensar los efectos que puede tener en el ser humano este tipo de eventos a nivel psique, físico y espiritual.

Eclipse parcial de sol

Eclipse parcial de sol

Este artículo habla sobre los fenómenos que ejercerá el eclipse en el planeta, y apunta que la gravedad de la tierra y, por lo tanto, el peso, sufrirán cambios bastante llamativos, debido a que, durante el eclipse parcial de sol, la Luna se alineará con el Sol y ambos ejercerán un tirón gravitacional que afectará al peso.

Como ocurre cada 28 días, habrá una Luna nueva, que es la fase en la que no refleja la luz de la estrella y por eso no resulta visible, y el satélite se interpondrá entre el Sol y la Tierra. Por eso, tanto el Sol como la Luna tirarán con su gravedad (más o menos en la misma dirección) de la superficie del planeta Tierra, y reducirán un poco el peso de la parte del planeta situada más cerca. Uno de los efectos es que ocurrirá una marea viva, que es cuando más se nota el efecto de la Luna sobre el movimiento del mar.

La Luna nueva no se suele ver desde la Tierra, pero dos o tres veces al año se interpone entre el Sol y el planeta, porque entra en el plano en el que el Sol parece moverse en relación con nosotros y causa eclipses solares. El próximo 21 de agosto ocurrirá algo excepcional, porque aparecerá una Luna negra, lo que ocurre cuando un año tiene 13 Lunas nuevas.

“Aparecerá una Luna negra, lo que ocurre cuando un año tiene 13 Lunas nuevas

Así será como la Luna se interpondrá entre el Sol y el planeta y causará un eclipse solar total que será visible en una franja de 10 kilómetros de ancho en Estados Unidos, en la República Mexicana será parcial hasta un 49 ó 50% en los Estados del Norte.

Eclipse parcial de sol

Eclipse parcial de sol

La NASA ha informado que este día la Tierra estará exactamente a 151,4 millones de kilómetros del Sol, y la Luna a 365.649 kilómetros de nuestro planeta, y es por su cercanía con la tierra que será capaz de tapar al Sol aunque sea mucho más pequeña que el astro.

Si ese día midiéramos la fuerza que ejerce la gravedad sobre una persona de 80 kilogramos de masa, situada en una línea imaginaria bajo el Sol y la Luna, la Ley de la Gravedad de Newton dice que la Tierra ejercería 784,1 newtons, mientras que la Luna y el Sol «tirarían» en dirección contraria con una fuerza de 0,0029 y 0,4633 newtons.

Además, habría que tener en cuenta la rotación de la Tierra, puesto que esta produce una fuerza centrífuga. Según la NASA, el resultado final será que una persona de 80 kilogramos se sentirá unos 48,2 gramos más ligera.

“Una forma más rápida de «adelgazar» sería viajar a la Luna o a Marte

Además, en la línea formada por el Sol y la Tierra, la capa más externa de la corteza del planeta se elevará aproximadamente 40 milímetros, por término medio.

En realidad, estos cálculos aun cuando suenan complicados, el principal motivo es que la gravedad no es la misma en todas partes. Es más fuerte en algunos lugares donde se acumula más masa porque, o bien el planeta es más denso o bien se acumula un mayor grosor de corteza, como ocurre en el Himalaya. Todo esto además cambia con el tiempo, por ejemplo, a causa de terremotos.

Una forma más rápida de «adelgazar» sería viajar a la Luna o a Marte. Grosso modo, allí una persona de 80 kilogramos (de masa) pesaría lo equivalente a 13,60 o 30,40 kilogramos en la Tierra, respectivamente, a causa de la baja masa de ambos mundos. Hasta que se pueda hacerlo, siempre quedarán las dietas… ¡no hay de otra!

ABC Ciencia

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