Solo necesitarás una selfie para viajar

¿Y si les dijera que hay un lugar en el mundo al que para visitarlo solo es necesario tomarse una foto? Wuzhen, un pueblito encantador situado cerca de Shanghái es un reconocido destino turístico de China, no sólo por su historia y su encanto, sino también por su innovadora forma de recibir a turistas, pues para ingresar solo necesitaras una selfie en lugar de tu pasaporte.

Solo necesitarás una selfie para viajar

Gracias a la compañía Baidu, una empresa de tecnología china, desde principios de noviembre, este destino de millones de turistas al año, ha comenzado las pruebas para permitir el ingreso de los visitantes a través de un reconocimiento facial realizado al entrar a la ciudad. Es tan sencillo como llegar a Wuzhen y permitir que nos tomen una fotografía que automáticamente se sube al sistema del poblado, sirviendo como nuestra identificación por todo el tiempo que estemos turisteando y conociendo este encantador lugar.

Si sumamos la facilidad y comodidad que significa viajar sin tener que preocuparnos por el pasaporte, más las maravillas que hay por conocer en Wuzhen, creo que ya tenemos elegido nuestro próximo destino turístico. Este lugar, más conocido como la ciudad de los puentes, tiene una apariencia veneciana.

El lugar, a través de sus lagos y puentes cuenta la historia de un pueblo que se cree que tiene más de 7000 años de vida, entre pintorescas calles llenas de casas de madera.

La vida de Wuzhen es muy atractiva por la tranquilidad y la peculiaridad de sus barrios, los cuales se puede conocer, paseando en botes debajo de sus emblemáticos puentes, tomando un tradicional té y comprando productos artesanales.

Para llegar a este paraíso primero hay que viajar hasta Shanghái y de ahí hay dos opciones: Tomar el tren bala hasta Tonxiag desde donde hay que hacer conexión de 60 minutos en bus o tomar un bus directo desde Shanghái que tomará dos horas en dejarnos en la ciudad.

¿Qué estás esperando? No queda mucho más que hacer que armar las maletas, emprender el viaje, sonreír (para la selfie) y descubrir las maravillas de este pueblito chino escondido.

Sigue leyendo a Emilia López