¿Es la corrupción contagiosa?

“Si el vaso no está limpio, lo que en él derrames se corromperá” Oración – 65a.cc – 8a.C)

Hay algo que está claro y es así por suerte o por desgracia, “cuanto más se tiene, más se quiere”. A partir de ahí existe gente con vergüenza y “sinvergüenzas”. El razonamiento es un privilegio del que todo ser humano está dotado, sin embargo, para este tipo de personas “sinvergüenzas” este atributo parece haber quedado mal aparcado en doble fila y no parecen querer recuperarlo.

El enemigo Ego parece anteponerse ante tal atributo y sin pena ni remilgo, llega al punto de la destrucción. Se olvidan de dónde vinieron, se olvidan del factor de la inocencia que vivieron solo unos cuantos años antes, en la niñez. Por aquel entonces todos éramos honrados y compartíamos con los otros niños, nos divertíamos sin hacer daño a nadie y desde el momento en el que llegabas a una tienda y cogías un caramelo para metértelo en la boca, la consciencia salía a relucir haciéndonos sentir culpables por habernos metido en la boca ese caramelo, por muy bueno que fuera.

Dicen los expertos que la adicción es una enfermedad cerebral crónica con conductas compulsivas pero que es tratable…. En fin, lo que estamos viendo diariamente en esta sociedad no sé si ha sido tratado en algún momento y si lo ha sido, sin gran éxito. Hablo de la CORRUPCIÓN, y lo digo en mayúscula porque grandísima y gravísima es esta lacra que afecta a nuestra sociedad a niveles mundiales y es que parece un virus que haya afectado a los individuos desde orígenes remotos pero que en este último siglo se ha extendido con mucha virulencia.

Es triste escuchar diariamente casos de corrupción donde se ven implicados desde las más altas jerarquías políticas, religiosas, empresariales y cualquier hijo de vecino, aunque claro, el monto de estos últimos con menos trascendencia económica para los ya castigados bolsillos de los contribuyentes, como en el caso de los políticos que nos representan donde en muchos casos hasta su discurso electoral ya está corrompido, ya que ni siquiera cumplen con lo dicho, todo esto sin ningún tipo de escrúpulos ni sensibilidad con sus vecinos. Creo que es cierto lo que dicen los investigadores científicos sobre las adicciones al indicar que tienen conductas compulsivas ya que siempre son reincidentes, lo hacen una vez, después otra y así un sin fin de veces, solo paran si son descubiertos.

Como dicen los estudiosos en el tema: son tratables, pues me imagino que sí que en algún momento de su vida sentirán algún tipo de arrepentimiento, pero claro, ya solo serviría para redimirse de sus pecados porque para el resto de la sociedad no habrá servido para nada ya que han saqueado las arcas de unos estados ya bien exprimidos que los han llevado en muchos casos a una pobreza extrema; han saqueado sus ilusiones dando un mal ejemplo al resto con un mensaje negativo de que todo vale con el fin de obtener unos intereses –la gran mayoría de las veces económicos, y por supuesto de poder. Es fácil concluir entonces que la Corrupción es adictiva y muy virulenta, ya que se transmite con mucha fuerza.