Es una crónica de una muerte anunciada y que hasta el mismo Félix digo antes de subirse a la vieja avioneta compañera de grabaciones en el programa naturalista ” El hombre y la tierra” en esta ocasión para grabar un programa en Alaska un lugar maravilloso por su naturaleza salvaje como el propio Félix reconoció en su célebre frase que fue el siguiente: “Este es uno de los lugares maravillosos del mundo y perfecto para morir.”

Después de haber pasado treinta y cinco años de su muerte, aun no esta nada claro las causas de cómo le sobrevino ni como sucedió el brutal accidente aéreo que nos despojo de un hombre con un poder mediático y comunicativo sin parangón en España y en el extranjero, un visionario que allá por los años sesenta ya pronosticaba que la tierra necesita vivir en paz con el hombre y que al paso que íbamos con la agresión desmesurada a la naturaleza y sus criaturas pronto comenzaremos a ver la extinción de muchos animales que ya están en peligro. Amigo de los niños a quienes intento trasladar el amor por los animales y sus valores de protección de la naturaleza con la intención de irlos preparando para un mundo más solidario y comprometido con el medio ambiente y la naturaleza.

Si hace ya treinta y cinco años de su desaparición y aun siguen surcando nuestros cielos, el águila imperial, el buitre negro, el quebranta huesos y aullando al son de la luna sus grandes amigos los lobos a quienes salvo de su extinción gracias a su intervención en televisión en pos de promover conciencias mediante su gran pasión por la naturaleza viva y la tierra.

Gracias Félix por tu gran aportación a la humanidad y ayudarnos a comprender mejor el lugar que ocupamos en la naturaleza y el que ocupan todos los animales de la tierra.

Y para que sigamos escuchando el aullido del lobo en las noches de luna llena, como un quejido que lanzan al mundo para que les respetemos y dejemos vivir en paz en su ecosistema natural.

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