En este mundo en el momento privilegiado y maravilloso en que nacemos y venimos a este mundo con un código de ADN y una naturaleza genéticamente concedida que determina nuestro cerebro y mente.

Para poder distinguir qué nos conviene y qué debemos creer disponemos de la mente para procesar y analizar si la información que recibimos es pausible de ser tenida en cuenta o simplemente desecharla.

La experiencia a base de años de vida nos dicta qué debemos de creer, qué debemos de desechar, qué debemos de pensar y qué debemos de desarrollar hasta llegar a conclusiones a tener en cuenta.

Cuando eres joven e inexperto cualquier información la damos por cierta sin apenas pensar en su profundidad, si es posible aquello que nos están contando, esto ocurre porque nuestro cerebro aún está en su primera etapa de su estado de aprendizaje y adquisición de conocimientos.

Pasada esta primera etapa pensamos con mayor profundidad las informaciones; por ejemplo cuando nos ofrecen cursos de autoestima para poder llevar el control y sentirnos mejor o cursos para mejorar nuestra autoestima para poder solucionar nuestros problemas.

 

 

Pues bien, no existe ningún método para poder solucionar una baja autoestima o depresión si esa ayuda, no parte de nosotros mismos es decir,

 

 

 

somos nosotros los que debemos pensar que somos importantes al menos para nosotros mismos y así vencer esos problemas que para otra persona con más seguridad en si mismo ni tan siquiera lo catalogaría de problema.

Todos estos curadores de problemas derivados de enfermedades mentales o afecciones derivadas de depresiones no se pueden solucionar en un tiempo determinado. Esta recuperación de la mente pasa por una serie de años hasta llegar a auto-descubrirte, cuando esto ocurre es cuando nos damos cuenta de quiénes somos realmente y que podemos ayudarnos a nosotros mismos ejercitando nuestra mente para

“Encontrar nuestro camino y conseguir aquello que nos propongamos.”

 

Sigue leyendo a Gerardo Moreno

 

No Hay Más Artículos