La Primavera

¿Qué es la primavera?

Los científicos dicen que la primavera comienza astronómicamente desde el equinoccio entre el 20 y el 21 de marzo en el hemisferio norte y entre el 21 y el 23 de septiembre en el hemisferio sur. La precipitación tiende a aumentar y las hojas de los árboles y flores vuelven a crecer poco a poco, dando color a un paisaje que hasta ahora no tenía pigmento, en la nube gris del invierno.

Primavera

Todo parece renacer y muchos lo sienten muy adentro. Según el invierno nos trae la melancolía e incluso el desencanto con la misma vida, la primavera nos alimenta con felicidad, nos sana y nos restaura. Desde muy joven, la primavera me llenó de energía y esperanza. Cuando era adolescente significaba un traje nuevo y bailes celebrando el sábado de Gloria, adonde la risa y el romance habitaban el mismo aire. A veces la primavera no me regaló todo lo que anhelaba aquel núbil corazón, pero la juventud, nuestra propia primavera, nos deja mirar hacia delante y vislumbrarnos entre los colores, reemplazando lágrimas con luminosos sueños y confianza que todo mejorará.

Ahora comienzo a observar mi patio en marzo. Mirando desde mi ventana, buscando los primeros signos de brotes y coloridos pajaritos, anunciando que algo hermoso llegó. Mi corazón todavía se llena de anticipación y me veo saliendo de la iglesia o cenando en un restaurante con mi esposo, luciendo un traje fino que sólo usaría después del Domingo de Pascuas. Mis pensamientos viajan a los manantiales de mi juventud, a los bailes, las graduaciones, la brisa primaveral y las lloviznas de un Viernes Santo al frente de la iglesia de mi pueblito.

Primavera

Ahora la grama fresca y los jardines espontáneos me recuerdan que hace bastantes primaveras yo era nueva también. Pero todavía soy joven, muy joven por dentro. Sé que me río de la misma manera que lo hacía cuando era adolescente y todavía sueño con lo que vendrá en abril y mayo. Ya he tenido muchas pérdidas. He visto caer las hojas en numerosos otoños y las flores desaparecer y muchos de mis seres queridos, quienes eran las rosas de mi alma, han desaparecido también.

Aquellos que son como yo, a quienes la abundante luz de mayo o la falta de la misma en diciembre les afecta mucho, saben que algo inexplicable les sucede en primavera. Algo crece muy dentro de nosotros, que difícilmente se puede definir. Te sientes más joven, pareces más joven, sonríes fácilmente. Has sobrevivido a la negrura del invierno, a las noches largas y desesperantes, a los oscuros pensamientos. Empiezas a soñar de nuevo, miras a tu alrededor y te maravilla la grandeza de Dios, sabiendo que toda esa belleza y tú también esfumarán.