El viaje que no esperabas: Suiza

Para ser un país tan pequeño, Suiza ofrece una sorprendente cantidad de variedad cultural. Está dividido en tres regiones, que están determinados por los países que lo rodean y además consta de cuatro idiomas oficiales: alemán, francés, italiano y romanche, aunque éste ultimo solo lo habla un 0,8% de la población.

La región alemana del país la constituye la parte central y oriental de Suiza. La parte occidental de Suiza se considera a la región francesa e incluye ciudades como Lausana y Ginebra. Lugano es probablemente la ciudad más conocida en la región del sur de Italia del país. Y los romanches que viven en el cantón de los Grisones.

Otra de las características más peculiares de este país es que entres al baño público que entres, te resultará tan limpio como el de la habitación de un hotel. En general la ciudad es muy limpia, en las calles no se encuentran papeles tirados y esto se agradece, los paseos se hacen más apetecibles. Otro factor importante a tener en cuenta si visitas Suiza, es la comodidad a la hora de transportarte de un sitio a otro, no hace falta alquilar coche, el servicio público funciona fabulosamente bien. Trenes puntuales, tranvías con un servicio frecuente, también te puedes mover por todo el país con solo un único ticket, incluido el ferry.

Suiza tiene algunos de los paisajes más increíbles en Europa, gracias a sus majestuosos Alpes. Incluso si no estás esquiando o haciendo senderismo en los Alpes, sólo mirarlo es un cambio de vida. Probablemente el más conocido de los Alpes suizos es el monte Cervino (Matterhorn) que ha sido nombrada la montaña más fotografiada del mundo, ésta se eleva sobre la frontera entre Suiza e Italia. Está situado en la lujosa Zermatt. Para aquellos que no son tan expertos a la hora de escalar, está el Klein Matterhorn más pequeña, que además se puede llegar a través de un funicular.

Casi en cualquier lugar de este país es muy probable que tengas una visión paisajística de algo, ya sea colinas, campos llenos de vacas, o picos de las montañas cubiertas de nieve. A diferencia de muchos otros países, los suizos realmente valoran la tierra de su país, y por ello trabajan duro para conservarlo.

Hay castillos a lo largo de las tres regiones de Suiza, y todas son impresionantes. Visitarlos es como ser transportado a un período de tiempo diferente. Muchos de ellos están rodeados de vistas panorámicas como el Castillo de Chillon en Veytaux, una pequeña ciudad en la región francesa de Suiza. El castillo ofrece unas vistas espectaculares de todo el Lago Lemán, también conocido como el lago de Ginebra. Además de Chillon, existen los castillos de Bellinzona en la región italiana, la fortaleza de Munot en Schaffhausen y el Castillo Hohenklingen en Stein am Rhein, en la región alemana, entre otros.

Si castillos y montañas no fueron suficientes, Suiza también tiene cascadas increíbles. En primer lugar, están las cataratas del Rin en Schaffhausen, la cascada más grande de toda Europa. Las cataratas rompiendo no sólo son un agradable espectáculo, sino también impresionantes debido a su gran tamaño. También la cascada de Staubbach, una alta caída libre de agua que se convierte en una pulverización de niebla al soplar la brisa durante los meses de verano.

Realmente no importa la época del año, Suiza ofrece una serie de opciones para los viajeros de actividades al aire libre. Durante el invierno y principios de primavera, hay esquí y snowboard. Además de los deportes de invierno, hay senderismo y parapente, los cuales se puede hacer en primavera, verano y otoño.