La fobia social es el miedo que algunas personas tienen a ser rechazadas en la sociedad y en las redes sociales, tienen miedo a las palabras.  Esta ansiedad social se hace más evidente cuando la persona es observada y juzgada por otros, lo que le impide interactuar sanamente, hablar en público y sostener una conversación.

Existe la ansiedad social o fobia social, quienes la padecen pueden experimentar ansiedad, nerviosismo e incomodidad al leer o pronunciar palabras, temiendo cometer errores y ser ridiculizados por su habla inconsistente.

 Desde la infancia, los niños tienen la capacidad innata de relacionarse con otros niños y de jugar a juegos fáciles, juegos difíciles, juegos de inteligencia y juegos de habilidad física. La extroversión es un dilema para quienes padecen fobia social. Es una pesada carga que cargan, pero no la neutralizan. Siguen tejiendo hilos y argumentos para evitar hablar, lo que puede paralizarlos emocionalmente en un evento público cuando les toca hablar. Cada persona en su libre albedrío puede seguir su palabra, pero Dios es quien pesa las palabras en su mente y en su corazón.

 La Biblia Proverbios 21:2 Todo camino del hombre es recto ante sus ojos, pero el Señor sondea los corazones.

También de la abundancia del corazón habla la boca; La Biblia Lucas 6:  45 El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca.

Creo que la fobia social surge de un hecho no resuelto en la infancia, y a medida que el individuo crece y no hace el esfuerzo de resolverlo, la grieta se amplía, sacando del tesoro de su corazón el miedo a aparecer en sociedad.

La fobia social nubla la mente y el corazón, perturba al individuo y le roba la paz. No debemos caer en el juego de los burladores de las redes sociales. Quieren obstaculizarnos y hacernos creer que son los sabios del sistema. Para superar el miedo a las palabras, debes recuperarte dentro de ti mismo, encontrar tu libre albedrío y redimir la audacia de tus palabras.

 

Restablece la conexión entre tu ser y el Creador, pues Él sustenta la vida. Declara las astucias, la inventiva y las emociones que te motivan a socializar y crear en sociedad. Que de vuestra boca salgan bendiciones, porque recibiréis poder, el poder del Espíritu Santo, y es promesa escrita, para ser sus testigos en diferentes lugares, es decir, para dar testimonio de que en vosotros también encuentran palabras de sabiduría.

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