Los mándalas no son simples dibujos de colores. Siempre tengo la  intención conectarme con la tranquilidad o algún proyecto que deseo concretar. Incluso, coloco colores para activar mis metas a través de los mándalas. Todos los mándalas que coloreas y diseñas te ayudan a conocerte mejor.

El psiquiatra Carl Jung fue un entusiasta investigador del efecto curativo que poseen las imágenes circulares en el alma.

Sin ambigüedades, él planteó que pintar mándalas ofrece “tranquilidad y sosiego”, tanto a personas psíquicamente sanas como a los enfermos. En pocas palabras, nuestra mente “se estimula, se organiza y se libera”, enseñaba Jung. Solía interpretar sus sueños dibujando un mándala diariamente. En esta actividad elaboró una teoría de la psique humana.

¿Cómo pintar los mándalas?

Es necesario que busques un sitio tranquilo para sentarte en forma cómoda. Puedes colocar música de fondo o dejar el ambiente en silencio. Es recomendable que respires profundamente para alcanzar la relajación a la hora de pintar. Además el mándala escogido será el que te inspire algo en ese momento.

Los materiales para pintar los mándalas pueden ser creyones, lápices, acuarelas o rotuladores, según cómo te sientas ese día. Cuando todo esté listo es necesario que te preguntes ¿cómo  deseo pintar el mándala?

Crear un mándala desde afuera hacia adentro significa que la persona desea “buscar su centro”, conectarse con la esencia de su subconsciente. La segunda forma de pintar un mándala es desde adentro hacia afuera del circulo. Esto indica la necesidad de exteriorizar las emociones, de sacar lo que se lleva guardado adentro. Después de elegir como pintarlo hay que dejar que sea la intuición la que guie todo el proceso creativo. Además, tu estado de ánimo indicará los colores a utilizar.

Yo llegue a pintar mándalas a través de mis clases de dibujo y pintura en la Escuela de Arte. Quería conectarme con la creatividad y la armonía según mis gustos estéticos.

Para mí los mándalas evocan lo místico, lo mágico, la espiritualidad y la tolerancia. Los detractores insisten que esto es sincretismo religioso. No es así ya que mis creencias religiosas  están muy bien definidas y son una parte importante de mi vida. Insisto en que pintar mándalas es una actividad que no requiere mucho esfuerzo ni conocimientos especiales. Y son ideales para las persona de cualquier edad. Es decir un público de 3 a 103 años de edad. Y solo le pido al Divino Creador que al pintar mándalas usted descubra su magia para eliminar todo lo discordante en su vida.

Los mándalas son centros de energía que nos balancean, armonizan y purifican. Además, mejoran la paciencia, la autoestima, la memoria y la capacidad de concentración.  Los mándalas ayudan a flexibilizar nuestra manera de pensar y enfrentar los problemas. Al ser expresiones del alma, armonizan nuestro mundo interior con el exterior y estimulan la creatividad. Ya que al pintar mándalas se activan ambos hemisferios del cerebro, sacándole máximo brillo a nuestras potencialidades. Es nuestro inconsciente el que se manifiesta en los colores y formas. Por eso, de hecho, se recomienda tanto que los niños pinten mándalas durante sus primeros años de desarrollo cognitivo. Quienes pintan mándalas con cierta regularidad aseguran conexión con la energía creativa. Sí esta técnica mágica “sagrada” es útil para combatir el estrés, la angustia, el insomnio, la ansiedad y la depresión.

¿Qué son los Mándalas?

La palabra mándala proviene del sánscrito  y se refiere a un círculo sagrado Cada mándala es un diagrama concéntrico organizado en un patrón alrededor de un punto central.

Son las formas en que el budismo y el hinduismo dibujan el universo, ilustraciones de la creación que facilitan y conectan con la “iluminación” espiritual.

Los mándalas son utilizados desde tiempos remotos. Tienen su origen en la India y se propagaron en las culturas orientales, en las indígenas de América y en las aborígenes de Australia. Los mándalas son representaciones del cosmos, que se pueden realizar a través de un ritual.

Los mándalas, en el fondo, son representaciones pictóricas del cielo, del hogar donde habita Dios el Creador. Simboliza el contacto el amor del Creador, la tranquilidad, el equilibrio emocional y la iluminación.  El propio arte cristiano medieval utilizó mándalas en los rosetones de vitrales en las iglesias góticas. También se define  a los mándalas como un sistema ideográfico contenedor de un espacio sagrado. Sí. Todo es energía. Todo es perfecto.

 

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