Las palabras o sonidos, tienen vibración y toda vibración tiene la capacidad de cruzar la materia. Estas palabras que viajan como una onda se convierten en órdenes al universo una vez las expresamos y se catalizan aún más si sumamos la intención con la que se dice en el momento determinado.

Cuando repetimos palabras u oraciones con una intención y de manera permanente, éstas se vuelven mantras, adquiriendo influencia sobre nosotros y conectando nuestra mente con estas palabras que repetimos. Es por esto que algunas palabras nos afectan más que otras y en los casos en los que el mantra lleve palabras que tengan significado personal e integren dicha intención, este efecto se vuelve mucho más fuerte. Al expresarlas los primeros influenciados por dicha vibración somos nosotros; debemos ser conscientes y responsables de la energía liberada en cada palabra, ya que no solo tiene la capacidad de afectar afuera sino nuestro propio cuerpo y energía. Cada vocal tiene una longitud de onda de sonido determinada que combinadas producen una vibración.

Las civilizaciones antiguas como los Sumerios y Egipcios, sabían perfectamente del poder de las palabras con intención, o sea, como la de las invocaciones o de las oraciones. Los celtas también sabían esto y sus rituales mágicos estaban llenos de invocaciones. Por esto en el mundo de la magia se utilizan combinaciones de palabras que riman y que producen una vibración que afecta un campo energético creando una realidad. Los antiguos alfabetos como arameo, griego, sumerio y sánscrito, son sonidos de poder en sí mismos y para que tuvieran mayor vibración aplicaban una fórmula: pensamiento con visualización + intención + sonido= manifestación

Existen muchos tipos de mantras en la magia, las ceremonias religiosas, que son abiertos para todo el mundo, los himnos de los países, los cuales conectan el colectivo de una nación a una vibración, algunos dichos populares, etc. Un mantra no tiene que ser religioso, lo importante es que tenga sentido para la persona que lo está diciendo. Los mantras también se utilizan en política y publicidad para empoderar un producto mediante eslóganes, en la música etc. Las investigaciones del científico japonés Masaru Emoto sobre los mensajes del agua, demuestran como la palabra afecta la materiade una manera muy clara.

Según los genetistas rusos las palabras pueden programar el ADN según su frecuencia, ellos descubrieron que ese 90% del ADN que se conoce como “ADN chatarra”, es el que se reprograma o recrea las nuevas estructuras celulares. El biofísico y biólogo molecular ruso Pjotr Garjajev. dice:

“Los cromosomas vivos funcionan como computadoras solitónicas/holográficas usando la radiación láser del ADN endógeno. Eso significa que uno simplemente puede usar palabras y oraciones del lenguaje humano para influir sobre el ADN o reprogramarlo. Imaginemos una biblioteca que en lugar de archivar miles de libros sólo guarda el alfabeto común a todos los libros, entonces, cuando uno solicita la información de un determinado libro, el alfabeto reúne todo lo contenido en sus páginas y nos lo pone a nuestra disposición, esto nos abre las puertas a un misterio aún mayor: que la verdadera “biblioteca” estaría fuera de nuestros cuerpos en algún lugar desconocido del cosmos y que el ADN estaría en comunicación permanente con este reservorio universal de conocimiento”.

Garjajev también dice concluyendo: “el ADN puede ser modificado mediante sonidos y frecuencias y por tanto, ¡por las palabras!”. Los investigadores Fred Wolf y Carlos Suárez, analizaron las vibraciones del lenguaje hebreo con un espectrograma concluyendo que:

“Los pictogramas que representan los símbolos del alfabeto hebreo se correspondían exactamente con la figura que conforma la longitud de onda del sonido de cada palabra”.

El instituto Heart Math cree en la existencia de la “híper-comunicación”, una especie de red de Internet bajo la cual todos los organismos vivos estarían conectados y comunicados permitiendo la existencia de la llamada “conciencia colectiva”. Si todos los seres humanos fuéramos conscientes de la existencia de esta matriz de comunicación entre los seres vivos, y trabajáramos en la unificación de pensamientos y palabras con objetivos mancomunados, seríamos capaces de logros impensados, como la reversión repentina de procesos climáticos adversos. Los delfines utilizan patrones geométricos de híper-comunicación, ultrasonido y resonancias que les sirven para interactuar con las grillas energéticas del planeta. Estos animales poseen la capacidad de producir estructuras sónicas geométricas y armónicas bajo el agua. Podríamos afirmar que los delfines ayudan más a mantener el equilibrio planetario de lo que lo hacen los humanos”, concluyen los estudios del Instituto Heart Math.

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