Se dice que el cuerpo humano es 80% agua, caso curioso que podemos utilizar para el análisis metafórico como un garrafón contenedor de agua, es decir los seres humanos somos contenedores, y si somos mucha agua, entonces contenemos mucha agua, pero no solo este vital liquido, también contenemos mas mucho más.

Hace tiempo tras una lectura llegue a saber un poco de las investigaciones del Dr. Masaru Emoto, en sus investigaciones este doctor exponía que este vital liquido es afectado por las emociones que el ser humano lanza a él, es decir que cuando una persona se acerca con rabia, ira u odio al líquido y le gritaba esas sensaciones el vital líquido en sus más íntimas profundidades se transformaba en partículas obscuras.

El contenedor de emociones

El contenedor de emociones

Caso contrario, al acercarse con intenciones positivas, amor, paz y cariño, las partículas más diminutas de este líquido se transformaban en figuras hermosas y perfectas, es decir que lo bueno formaba cosas buenas y lo malo formaba cosas malas, por explicarlo de un modo.

Si tomamos esta investigación y la introducimos a nuestro cuerpo, mejor dicho a nuestro contenido interior, recordando que somos mucha agua, entonces podremos entender como nos afectan nuestras emociones, palabras y acciones que nos decimos a nosotros mismos e incluso decimos a los demás.

Pues nos contaminamos de manera inconsciente solo por pensar de algún modo o bien hablar de algún modo, es que quizás la costumbre o el habito nos haga actuar de ese modo pero no somos conscientes en realidad del daño que nos causamos y que le causamos a nuestros seres queridos, nuestros hijos, padres, hermanos y otros familiares, es lógico pensar por medio de esta investigación que nos afectamos directamente con nuestras ideas.

Esto complementado con las investigaciones de la física cuántica, tal es el caso del experimento de la doble rendija, a través del cual se llega a concluir que es el observador quien maneja su realidad, concluyendo claro que todos somos observadores de nuestro alrededor y es este alrededor que es nuestra realidad y solo está reaccionando a como nosotros esperamos que reaccione.

¿Cómo se puede cambiar una realidad de caos y problemas? Cambiando las ideas del observador, esperar cosas distintas y así comenzar a fabricarlas, existen algunos otros experimentos y estudios que lo demuestran como “el efecto Pigmalión”, el cual nos demuestra que una persona terminara por convertirse justamente en lo que creemos que puede convertirse.

Esto más que hacer temer, deberá empoderarnos pues entonces comprendemos que somos capaces de cambiar lo que hemos creado, es momento de comenzar a mirar todo el medio ambiente con nuevas y distintas ideas, con miradas más limpias y esperanzadoras, claro que llevara su tiempo si así lo deseamos, pero todo es cuestión de practica porque sería un poco ilógico esperar que con cambiar unos cuantos minutos nuestros pensamientos produciremos el cambio.

Nos tomó tiempo como sociedad llegar a la quizás inestabilidad social y demás medios en la que nos encontramos en la actualidad, queda claro que nos tomara tiempo transformarla, no es una tarea difícil es más bien una tarea de tiempo y decisión, porque para que toda transformación inicie debemos primero decidirnos a transformarla, comenzando de a uno en uno, de pieza en pieza y así poco a poco eslabón por eslabón fortalecer esa cadena.

Pues al final una sociedad mejor beneficia a todos, una trato mejor lo merecemos todos, ideas más nutritivas las merecemos todos y desde luego que “todos tenemos derecho a ser contenedores de hermosas emociones”, al final la decisión siempre será de cada ser humano.

 

Ignacio Huerta Villarreal (Coach personal, Escritor, Conferencista)

¿Si tus palabras fueran alimento, estarías alimentado positiva o negativamente?

 

 

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