Aunque pareciera muy pronto Vladimir Vladímirovich Putin, ya trabaja en el proceso de sucesión que lo relevará del poder el año 2024, y es que son muchos los cabos sueltos que deberá de unir, para asegurar su futuro político y personal, ya que para cuando esto suceda, tendrá 72 años de edad, y 25 en el poder, de uno de los países más importantes del mundo.

La semana que termina aprovechó la oportunidad que le dio el discurso sobre el estado que guarda la nación, ante los 450 integrantes de la Duma (Diputados), y los 170 del Consejo de la Federación (Senadores), quienes conforman la Asamblea Federal, para anunciar y sorprenderlos con el planteamiento de una serie de reformas constitucionales, que no tienen igual desde 1993, empezando por proponer a Mijaíl Vladímirovich Mishustin como Presidente del Gobierno Federal de Rusia, en sustitución de su más fiel guardián Dimitri Anatólievich Medvédev, quien lo detentaba desde 2012.

La verdad sea dicha, Boris Nikoláievich Yeltsin, quien encabezó la disidencia política soviética a finales de los años ochenta y principios de los noventa, al término de la década ya cargaba un desgaste personal y político, pero principalmente la fuertísima crisis económica en la que estaba estacionada la nación, le hicieron nombrar el 9 de agosto de 1999, a un oscuro abogado egresado de la Universidad Estatal de Leningrado, Vladímir Putin, como Presidente del Gobierno Federal de Rusia, lo que le abrió la puerta para que el 31 de diciembre que Yeltsin renunció, fuera por ministerio de ley, quien ejerciera las funciones de Presidente de la Federación Rusa de forma interina, hasta el término del mandato el 7 de mayo siguiente, imprimiendo un radical cambio de estilo, por principio de cuentas fue mucho más frontal, especialmente contra Estados Unidos, llegando a declarar que si bien los rusos estaban en crisis, nadie podía olvidar que también eran una potencia nuclear, y que el mundo debería de respetarlos, discursos como ese fueron incrementando su popularidad y liderazgo.

Previo proceso electoral, comenzó su propia historia a mediados del año 2000, la cual concluyó ocho años después, habiendo ganado la reelección intermedia, ya que al día de hoy la constitución permite gobernar hasta por dos ocasiones seguidas, antes en periodos de cuatro años, ahora de seis. Dimitri Medvédev, quien previamente había sido nombrado Presidente de Gobierno, lo sucedió en el encargo por un periodo, y nadie se sorprendió cuando nombró a Vovka, en el puesto que él tenía antes, un enroque pues, por lo que indudablemente, siguió siendo el hombre fuerte del país, así que cuando se volvió a presentar como candidato en las elecciones de 2012 y 2018, no tuvo problemas en ocupar otra vez oficialmente el cargo, además hay que decirlo, ganando con amplia mayoría; debido a lo anterior podemos afirmar que ha gobernado los últimos 20 años, sus críticos le llaman el Zar electo.

Un gobernante que ha ostentado el poder durante tanto tiempo, evidentemente ha tenido sus más y sus menos, las deudas más importantes de Volod”ka, son con los derechos humanos, todavía causa indignación la ley de principios de 2017, cuando se decretó que los varones no comenten delito y solo será una falta administrativa, si golpean su esposa o hijos, por supuesto se aclara que siempre y cuando, no le deje moretones o no sea reincidente en la misma persona a lo largo de un año, simplemente una estupidez. Lo mismo puede decirse, cuando el reportero Iván Valentinovich Golunov, destacado por denunciar la corrupción en el gobierno, fue detenido por tener cargos, evidentemente inventados, de tráfico de drogas, si bien lo liberaron dos días después, no fue por una concesión gratuita del gobierno, sino por la presión de los jóvenes que salieron a las calles a protestar por la arbitrariedad. En lo económico Vovka, implementó reformas como el aumento del IVA al 20%, se elevó la edad de jubilación de 60 a 65 años, se incrementó de manera generalizada los servicios que presta el Estado como la luz eléctrica y los combustibles, y se estima que la pobreza alcanza al 22% de la población, 19 millones de estos en niveles de miseria.

El año pasado se buscó compensar, con una baja de la carga impositiva a las familias que tiene tres hijos o más, se elevaron las pensiones hasta lograr un “mínimo para vivir” por región, se dispusieron ayudas a los minusválidos, por decreto los intereses de las hipotecas toparon a un máximo del 8% anual, además de que a los hipotecados que no tengan empleo, se les extenderá los plazos de pago, Putin, prometió asistencia médica en todo el territorio nacional, promoviendo aumentos de sueldo a los médicos que acepten ir a las zonas rurales, así como dotar de fibra óptica en todas las escuelas a más tardar en el 2021, y brindar compensaciones económicas a los afectados por desastres naturales.

Lo que vimos esta semana, se inscribe en la búsqueda del futuro, si bien aún nadie sabe a ciencia cierta cómo será, la reforma que propone Vladimir Putin, básicamente busca, que la Asamblea Federal sea la que nombre al Presidente de Gobierno, y tenga un contrapeso real ante el Presidente de la Federación, todo parece indicar que se plantea la posibilidad en transitar a un modelo de gobierno tipo China, en donde tras el poder siga gobernando.

 

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