Todo el poder para el pueblo, proclamaban los Panteras. Mientras el gobierno español prosigue con su labor de persecución y exterminio social, mi mente, tratando de asimilar tan irracional metodología, vuela y divaga, una vez más, hacia otro lugar, y otro tiempo, pero que percibo fuertes analogías con el aquí y ahora.

Todo el poder para el pueblo. Recordando a los Panteras Negras

Todo el poder para el pueblo. Recordando a los Panteras Negras

El movimiento por los derechos civiles, liderado por Martin L. King y representado través de boicots, marchas y sentadas, tuvo su punto álgido con la aprobación de la ley de Derechos Civiles en 1964. Pero este fue solo el primer paso, aún tuvieron que enfrentar la oposición de los sectores blancos -sobre todo en el sur-, que hacían caso omiso de la ley y ponían trabas para su aplicación. La segregación continuaba en la práctica, por ello, una nueva generación de jóvenes, cansados de enfrentar con métodos pacíficos la brutalidad policial, la discriminación y la exclusión comienzan a plantearse otras vías: responder a la violencia con violencia.

En este sentido, la organización más icónica  fue el Black Panther Party, que canalizó la frustración de la población de los barrios abandonados a la  pobreza y la exclusión, olvidados por los gobiernos que destinaban más recursos a la guerra de Vietnam que a programas sociales. La imagen que ha trascendido de los Panteras Negras pone su énfasis en los mensajes agresivos y la autodefensa armada, mientras que los programas sociales (comedores, reparto de ayuda, asistencia médica, etc), han recibido un tratamiento que iba de lo ínfimo a lo inexistente.

En agosto de este año 2017 se cumplió el 52 aniversario de la rebelión de Watts, que estremeció a Los Ángeles y repercutió en el mundo entero. Miles de afroamericanos se sublevaron airados y desafiantes.

Las autoridades impusieron ley marcial en 46.5 millas cuadradas de la ciudad y movilizaron a 21,000 policías y efectivos de la Guardia Nacional, que mataron a 30 personas, y dejaron a 5000 heridos y presos. A pesar de todo, necesitaron seis días para sofocar la rebelión.

Las autoridades dijeron que fue un “motín” irracional. Pero en realidad fue un acto justo y correcto de masas contra la opresión. Fue un acto  político contra una sociedad salvaje y racista, y fue el inicio de la lucha de liberación negra urbana que estremeció a Estados Unidos en los años 60 y 70.

Esa revuelta concreta fue sofocada, pero dejó un poso de descontento que no se difuminaría, y que daría paso a otro actos insurgentes que prenderían en toda la sociedad de aquel tiempo.

Los que se encargaron de prender la mecha fueron Bobby Seale, y Huey Newton, que fundaron el Black Panther Party en 1966, como autodefensa de su comunidad, organización que creía en la revolución, en una transformación radical, de abajo a arriba, de la sociedad. Nunca creyeron que su país quisiera o pudiera poner en práctica aquello que predicaba su Constitución. Se van viendo similitudes? No es extraño, pues no sólo no se cumple la propia constitución, sino que ni tan siquiera los más elementales derechos humanos, aquí, en España, en Europa, ahora, en el año 2017.

Entre las tesis de Malcolm X, y las de Karl Marx, el  partido se tomó en serio los trabajos comunitarios, fuertemente decididos a defender sus derechos, comenzó a trabajar en una serie de programas de mejora social, mejoras sociales que nadie más iba a proporcionar. Oh, otro parecido con la actualidad.

Entre estos programas estaban el Servicio Intercomunal de Noticias (1967); la Campaña de Recogida de Firmas para el Control Comunitario de la Policía (1968); el Programa de Desayuno Gratuito para los Niños (1968),  las Escuelas de Liberación, que más tarde se denominarían Institutos Juveniles Intercomunales (1969); la Clínica Sanitaria y de Investigación Médica Gratuita (1969); el Programa Ropa Gratis (1970); Transporte Gratuito para las Cárceles (1970); el Programa SAFE (Seniors Against Fearful Environment: Ancianos contra un Entorno Inseguro, 1971); la Fundación para la Investigación de la Drepanocitosis (1971) y el Programa de Cooperación de Vivienda Gratuita (1971).

Además de todo  eso, uno de los primeros programas del Partido fuera el de las Patrullas de Alerta Policial, que se creó para, además de demostrar la utilidad del partido a sus conciudadanos, para vigilar a la policía en el cumplimiento de sus funciones, que se empleaba con total impunidad en el acoso y maltrato de los ciudadanos afroamericanos. Aunque para las leyes de California las armas y las patrullas eran perfectamente legales, sabía que la policía de Oakland se debilitaría ante la pérdida del monopolio de la violencia.

Cuando en 1967, las Panteras Negras irrumpieron en la escena política estadounidense, lo hicieron con un programa de diez puntos en el que resumían su ideario político:

  1. Queremos la libertad, queremos poder para determinar el destino de nuestra comunidad negra.
  2. Queremos pleno empleo para nuestro pueblo.
  3. Queremos que se acabe la rapiña de nuestra comunidad negra por parte del hombre blanco.
  4. Queremos viviendas decentes, adaptadas al ser humano.
  5. Queremos para nuestro pueblo una educación que muestre la verdadera naturaleza de esta sociedad americana decadente. Queremos una educación que enseñe nuestra verdadera historia y

nuestro papel en la sociedad actual.

  1. Queremos sanidad gratuita para todas las personas negras y la gente oprimida.
  2. Queremos que todos los hombres negros quedemos exentos del servicio militar.
  3. Queremos el fin inmediato de la BRUTALIDAD POLICIAL y del ASESINATO de la gente negra.
  4. Queremos la libertad para todos los hombres negros detenidos en las prisiones y en las cárceles federales, estatales, de condado y municipales.
  5. Queremos que toda la gente negra procesada sea juzgada en tribunales paritarios o por miembros de la comunidad negra, como está previsto en la Constitución de Estados Unidos.

 Queremos tierra, pan, vivienda, educación, vestido, justicia y paz.

 

Todo el poder para el pueblo. Recordando a los Panteras Negras

Todo el poder para el pueblo. Recordando a los Panteras Negras

En los años setenta, a pesar de que se sustituye a Seale y Newton en la dirección del partido y la línea política se centra cada vez más en los programas sociales, siguen los asesinatos, como el de

George Jackson en la prisión de San Quintín, y se producen cada vez más escisiones. Entre 1972 y 1973 las Panteras Negras dan un giro a su política y se centran en la política electoral local presentando a Bobby Seale y Elaine Brown a la alcaldía de Oakland, lo que supone un inesperado susto para el partido demócrata,  puesto que Seale queda segundo entre seis candidatos. Desde ese momento y en los años sucesivos los Panteras Negras fueron diluyendose entre ingresos en prisión,  atentados violentos hacia los miembros, y persecución del FBI, hasta llegar a su  desarticulación temporal hasta el año 2004, que resurgió de sus propias cenizas, para continuar con su labor, y con Bobby Seale aún en activo.

Y ahora, en la vieja Europa que se desangra, desangrándonos a nosotros primero, la clase trabajadora está sufriendo las consecuencias de una orgía desenfrenada de las clases altas, que lejos de rectificar reprimen cualquier voz discordante mientras siguen exprimiendo. Deshaucios, despidos express, cargas de antidisturbios, criminalización, presos políticos, entre otras lindezas de las joyitas que nos gobiernan. Estas condiciones, similares a las de los afroamericanos de los barrios californianos de los 60, no es soportable durante mucho tiempo más. No puede evitarse que surja la pregunta sobre si no acabará desembocando en alguna situación como la rebelión de Watts, si no surgirá un grupo de autodefensa de los derechos de los excluidos, abandonados y explotados.

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