Esa gente enferma ya se fue…

Hijo… puedes sonreír alegremente y alzar los brazos como si pudieras volar… salta; brinca y respira libertad: que ya tus perseguidores: esas mentes oscuras que te armaron tantas trampas, se han desvanecido: tu pesadilla ha terminado. Esa gente enferma te ha dejado… Y ahora puedes libremente ser quien eres en perfecta armonía con el amor de tu vida: Dios…

 

Hay tantas versiones de una misma cosa… de lo que solo puede ser una cosa, y no muchas cosas… que: ¿para qué insistir? ; Mientras la Historia en su final: se quedará aterrada con esta situación… y la estratagema del miedo habrá ya desaparecido.  Si, el miedo, la culpa y el remordimiento que te sembraron a la fuerza esos enfermos… ¿Habrá curación para ellos? Que no te interese saber esa respuesta: tú solo traza una línea recta y bien paralela, que nunca se unirá con los caminos torcidos de la enfermedad…

 

Y cuando llegue el momento, si se da la ocasión: le gritarás al mundo la cátedra de las enseñanzas sobre tu historia personal… enterrando viva la libertad de tus enemigos ocultos, porque eso es lo que siempre fueron…

Cuando estabas en tu estado más débil y vulnerable, aprovecharon esto, para descargar su frustración inculcada, porque sabían que no eras algo común… y por su propia enfermedad necesitaban destruir a algo o alguien, como sustituto de ellos mismos.  Lo que pasa es que proyectaron en ti su más perfecta oscuridad… y siguen trabajando por ese desordenado proyecto que ya te quedó al descubierto de qué se trata…

 

De tal manera que solo te queda “tejer y cantar” porque loco no pudieron volverte… y fíjate que cada uno de esos enfermos se fue y te dejaron (en apariencia) abandonado a tu suerte… Nunca les importaste…!

 

Dale gracias a la gente que en verdad te ayudó… y pídele a Dios que les recompense.  Y nunca olvides los tantos años del “mendigo emocional” que fuiste y siéntate ahora como Rey…

 

Siempre supe que no te ibas a dejar dominar… y que ibas a descubrir –tarde o temprano- el engaño de los hijos de mentira… Triunfa en todo lo que emprendas… y asimílate a la Comunidad que Dios te depare… Suerte…

Sé perfectamente que no te es agradable que te recuerde estas cosas… pero hay que mantener la memoria de todo aquello para que no vuelvas a entablar relaciones profundas con gente que sufre esa enfermedad… Además del testimonio público de lo que te sucedió… solamente disfruta y siéntete alegre…

 

 

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