Pasada la medianoche y no finalizados los conciertos
en los teatros donde nadie duerme, las escenas se siguen
representando en las habitadas dependencias fantasmales
La comida que falta, el trabajo, la educación negada la libertad
la limosna fomentada la droga, el vivir frustrado el futuro
el homo sap inepto, los gobernantes, los carapintadas sin madre
grandes hijos de la noche, muchas veces la noche es una prostituta
un gran madre representante de los carapintadas
Mi otra persona, doble o triple ya no recuerdo cuántos yo poseo
en los diversos niveles del universo, me aclaran, contradicen, critican
me alcanzan la alegria y les arrojo la impotencia, me violan día a día
y les sonrio y nada pueden y todo quieren, me tiran de la lengua
hacia adentro, hacia donde nadie escucha ni nadie calla
en mi interior todos hablas a la vez
Hacias dónde al hablar el eco, se retiene se destruye y las palabras
se archivan en las paredes del esófago y la traquea
abultadas de impuestos inventados y de pueblos esclavizados
Mi otra persona, yo, aquí, declaro la ley de la pudredumbre aprobada
pasada la medianoche, no finalizados los conciertos, muchos duermen
aún en las estaciones, aún en los cuarteles