Aprende a decir que no

En la sociedad donde hemos crecido, nos han enseñado que debemos siempre decir si te ayudo o si voy ya sea por cortesía, por no hacer sentir mal a la otra persona o simplemente nos han manipulado con la frase: “podrías hacerme el favor de….. o podrías hacerlo por mi”, en muchos casos estos “favores” cruzan la línea del bienestar personal.  Cuando recibimos este tipo de cuestionamientos entonces debemos observarnos y ver que tipo de sensación tenemos en el cuerpo, ¿nos genera incomodidad?

Decir no, no esta mal ni es ser mala persona, es una búsqueda de un equilibrio interior y en muchas ocasiones el poder hacerlo ayuda también a la persona que lo solicita.

Pero, ¿cuándo sabemos si esto es ayuda o no? Lo sabremos tan pronto la persona lo solicite y lo sintamos en el cuerpo,  al primer momento en que no estemos a gusto, no nos den ganas o no queramos hacerlo, esta es la señal que necesitamos, no se requiere ir mas allá, solo seguir lo que nos genera ese bienestar y que no.

Hacerlo no es sencillo, requiere paciencia empezar a cambiar la manera en que nos relacionamos, cada acción que tomamos esta construyendo nuestra realidad, cuando tomamos una decisión sobre algo que nos hace sentir incomodos seguiremos creando eso, solo es posible crear lo que queremos cuando permitimos que nuestra vibración se exprese osea cuando seguimos el corazón y hacemos las cosas que  nos hacen sentir a gusto.

“Lo que pienses serás, lo que sientas atraerás, lo que imagines crearás.”

Para facilitar este proceso:

• Cuando alguien nos pida un favor, observemos como nos sentimos con esta situación, osea leemos el cuerpo, este nos dice si nos sentimos bien  o no haciéndolo.

• Si viene la culpa, que es lo que normalmente aparece debido a la educación de manipulación, entonces la hacemos consciente y retomamos el como me quiero sentir y la certeza de que la decisión que estemos tomando va a crear mas situaciones iguales, el fututo depende de nosotros y por lo tanto poner los limites también.

Por último recordemos las palabras de Buda: lo que pienses serás, lo que sientas atraerás, lo que imagines crearas.

Ánimo, ¡sigue tu corazón!