Llovía gotas de mar azul con olor a algas, aquel día no iba a ser uno más, lo tuvo claro Peregrino Aviar, justo antes de levantarse al respirar aquella lluvia nostálgica. Se puso las botas de cordones directamente sobre los pies sin calcetines, unos pantalones arrugados que planchó con las manos...
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