Nuestra cultura nos ha estado murmurando desde que pudimos escuchar: más es mejor. Ser más, hacer más, tener más. No es una necesidad, es un querer. Más. Más. Más… Cuando lo vemos escrito así, todos sabemos que está mal. No necesitas más. Tú eres suficiente. Tener más cosas, más negocios, más poder y prestigio: estos no aumentan tu valor como ser humano. Diseñar una vida sencilla no significa simplemente tirar todas las cosas. No se trata de una vida de la mayoría, ni se trata de una vida de la minoría, es acerca de la vida que es adecuado para ti. Diseñar una vida sencilla significa tener menos distracciones en tu vida, así que puedes concentrarte en lo que importa. Se trata de decir no a todo lo que se interpone en el camino y decir sí a lo que es correcto para ti. Muchas personas anhelan una vida sencilla lejos de todo el caos que parece auto-infligido. El primer paso para abrazar esta nueva forma de estilo de vida es entender lo que la simplicidad significa para ti y luego vivir por esa definición. Si echamos un vistazo a la gente italiana, tal vez veremos el enlace a vivir una vida sencilla  “Vivir en el presente simplifica nuestra vida”.

La vida simple

La vida simple

¡El pueblo italiano vive su vida como el pensamiento de un niño, sin preguntarse por el mañana! Viven en el momento no en el futuro y es a menudo bastante difícil hacer planes con ellos sólo una semana por delante. Ellos no tienen un horario estricto y la cultura fácil les da más tiempo para centrarse en lo que importa para ellos. Además de que obtienen más energía positiva, más espacio para rodearse de la gente que aman y más paz mental. Significa tener menos de otros: menos distracciones, menos frustración, menos desorden y menos drenaje en sus recursos. La confianza y el respeto nos da más tranquilidad.
Si echamos un vistazo a una escuela italiana típica, hay un respeto y confianza a los profesores sabiendo que están haciendo todo lo posible, como resultado, los padres no interfieren con su trabajo. En esta perspectiva, la interacción con la escuela es menor, ya que la confianza y el respeto es grande y el tiempo que se gasta en la escuela de los niños como padre es minimizado. Más paz mental, menos frustración.

“Nuestra cultura nos ha estado murmurando desde que pudimos escuchar: más es mejor.”

Cuando se llega a las grandes estrellas, a veces se olvidan las pequeñas”.
Las actividades y la reunión social aquí en Italia son a menudo muy “con los pies en tierra” que entre otros se demuestra su manera de celebrar una fiesta de cumpleaños. En el cumpleaños de un niño no irás a un lugar lujoso, no harás algo extraordinario ni contratarás a alguien para entretener a los niños. A menudo es sólo jugar en el jardín, comer algo de pizza y tomar una limonada y eso es todo. ¡El pastel de cumpleaños aquí en el norte de Italia es una torta de pan formado como el número de la edad del festejado con Nutella! Ninguna mamá que pase horas en la cocina preparando la torta de cumpleaños perfecta para su niño encantador. Aquí el amor de los padres a sus hijos no se mide en las cosas materiales sino en su presencia.

La vida simple

La vida simple

La simplicidad es la clave de la cocina italiana”.
Incluso en la comida italiana se ve la sencillez. La sencillez es deliciosa aquí en Italia. Si quieres cocinar como un italiano – puedes comenzar con los mejores ingredientes de temporada que puedes encontrar, y hacer lo menos posible con ellos. Esa es la receta clave en la comida italiana. ¡Así que las cosas sencillas y presentes son a veces más útiles que las más altas y complicadas! O como Steve Jobs dijo una vez: “Simple puede ser más difícil que complejo. Tu tiene que trabajar duro para conseguir su pensamiento claro y para hacerlo simple. Pero vale la pena al final porque una vez que llegas allí, puedes mover montañas “. Estas son, por supuesto, mis observaciones subjetivas del pueblo italiano y nada me da el derecho de decir que una vida simple es más preferible que una vida complicada … ¡No es tan simple … – o lo es!

 

“La felicidad no es una meta que se alcance al final de la carretera, sino que es la forma de vivir su vida”. Aristóteles

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