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Miro el número encima de esta línea siendo consciente de que por desgracia,  este será el texto con más títulos del mundo. Siempre números superiores, siempre más dolor.

 

Y esto seguirá así. Soy mujer y esto seguirá así mientras nos sigan haciendo creer que nuestra lucha está en la igualdad entre hombres y mujeres y no en la JUSTICIA.

 

Igualdad entre hombres y mujeres

Igualdad entre hombres y mujeres

En la justicia de que somos únicas y no necesitamos parecernos a nadie; en la justicia de que tener el mismo sueldo que gana un hombre en nuestro mismo puesto de trabajo, no significa que estemos percibiendo un sueldo justo ninguno de los dos.

 

Es muy fácil para los gobiernos tenernos luchando por tener todos lo mismo y no por lo que cada uno de nosotros merecemos.

 

Pero no nos engañemos, la justicia no es ni contemporánea ni espontánea en nuestra sociedad, por lo que necesita un requisito crucial par que esta se dé: EDUCACIÓN.

 

Educación para los niños pero, sobretodo, para los padres. Por favor, dejad de sobre proteger a vuestros hijos e hijas: se equivocan, cometen errores, sí, pero no  les hacemos ningún favor evitando que afronten sus problemas. Todos nos equivocamos y si podemos ser capaces de asumir eso, ya estaremos dando un gran paso.

 

Dejad, también que jueguen con lo que quieran: camiones de bomberos, muñecas, cocinas…

 

Que se llamen como quieran tengan lo que tengan entre las piernas. Que los niños tienen pene y las niñas tienen vulva… Y viceversa!

 

Que amen, por favor, que amen. En esta vida da igual la belleza, pues esta se va; da igual si no llegamos a ser personas muy inteligentes, con una, dos o tres carreras. ¡Da igual! Lo que verdaderamente importa es que tengamos capacidad para amar. Amar a nuestra familia, a la naturaleza, a un rayo de sol, a la nieve en invierno, a las flores en la primavera… Amar la oportunidad tan grande que nos da la vida de poder tener personas, cosas e instantes a los que amar.

 

Eso es lo único que nos hará realmente felices y lo demás, si tiene que venir, vendrá. Al fin y al cabo el objetivo de la vida es ser felices, verdad?

 

Haced de vuestros hijos, niños inmensamente felices y no dejéis que nadie, absolutamente nadie, impida que eso ocurra. Como dice Elvira Sastre << uno es de donde llora pero siempre querrá ir a donde ríe.>>.

 

En nuestras manos –padres, maestros, sociedad– está que las niñas y los niños del presente se conviertan en los adultos de una sociedad en la que el día de hoy, 8 de marzo, ya no sea el Día Internacional de la Mujer, pues eso significará que la justicia es una realidad y que alguien podrá, por fin, escribir un texto con el título “0”.

 

Sigue leyendo a Elena Fonfría

 

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