Si la noche alargara toda su vida

sin límite en la lumbre de mi cama,

olvidará el teorema de Pitágoras

enredado solo en pentagramas,

cubiertos con hilos de voz dorados

derritiendo toda mi alma en poesía,

escribiría canciones de amor,

escribiría canciones de alegría.

 

Mas la noche acorta su agonía

oculta negra bajo mis pupilas,

sola canta alegre sus letanías

bajo el crepitar de las estrellas,

corre a prisa y no olvida la vida

ni el dorado albor de madrugada

mientras mi alma sigue confusa

inspirada para escribir poesía.

 

Si la noche alargara sus párpados

hasta el borde de mi almohada

bajara las estrellas para adornar

envuelta en escarlata mi poesía

mas la noche muere y acerca

 

 

despampanante claro el día

cuando la recta numérica dicta

sin razón números con alegría.

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