Refiero a México en el año de 1968, donde se dio un movimiento estudiantil, apoyado por el sector intelectual de la población y reprimido por el gobierno con una masacre denominada: “La Matanza de Tlatelolco”, de acuerdo a diversos historiadores fueron Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría los culpables de semejante decisión.

2octubre6-55El ambiente que reinaba en esas fechas en la capital azteca era el previo a los juegos olímpicos de 1968, las denominadas “Olimpiadas de la Paz”, se vivía una supuesta y aparente bonanza económica por la posguerra, pero en realidad este movimiento se empezó a cocinar muchísimo tiempo antes; En 1964 los empleados del ISSSTE reclamaban salarios justos así como prestaciones, organizaban manifestaciones a las que fueron uniéndose paramilitares y más médicos generando un movimiento importante de inconformidad y fue Díaz Ordaz quien calmó, con un aumento mínimo y el encarcelamiento de los lideres este movimiento; En 1967,  fue en Sonora, que estudiantes encabezaron protestas por la imposición de gobernantes priistas, ante ello el gobernador Encinas Johnson pidió al Congreso ayuda militar y, en efecto, fue otro movimiento ahogado por represión del gobierno; En 1968  fue la UNAM quién apoyo a diversos movimientos estudiantiles y reclamaba con manifestaciones constantes la autonomía de la Universidad.

“Debemos superarlo, debemos aprender de lo que sucedió y superarlo, prepararnos más, dignificar la memoria de esos valientes manifestantes”

La realidad, en mi opinión, se ha visto afectada por la impresión falsa de documentos históricos que soportan lo sucedido ese día en la Plaza de las tres Culturas, los testigos y sobrevivientes de ese lamentoso suceso narran que cientos de soldados federales dispararon fusiles y ametralladoras contra una manifestación estudiantil pacífica, que hubo una bengala verde lanzada desde los cielos que delimito el área de ataque e inmediatamente se desató un tiroteo bestial, esto no coincide con los argumentos del Gobierno, que sólo querían atrapar a los líderes del Comité Nacional de Huelga, ya que nunca hubo diferencia entre líderes, civiles y estudiantes, aquí tenemos claro que sólo Echeverría y Gutiérrez Oropeza, jefe del Estado Mayor Presidencial, saben cuál era la intención de apagar las voces de un México encendido, cansado y pensante.

2octubre3-56Lo que se puede ver a lo largo de los tiempos es que se siguió con una tradición política arraigada en el sector gobernante de crear problemas políticos para que después “alguien”, misteriosamente beneficiado, venda la solución, cobrando muy caro el favor. Echeverría resolvió varios enredos de un sólo golpe: involucró a las fuerzas armadas en un problema de extrema gravedad, lo cual volvió inviable la candidatura presidencial de un ex militar (su más fuerte rival); detuvo a los dirigentes estudiantiles, aterrorizo a los simpatizantes con el movimiento,  evito con ello disturbios durante las Olimpiadas  y, adjudicándose el suceso, enamoró a Díaz Ordaz demostrándole que él era su más fiel y confiable sucesor, en la era del dedazo esto lo convirtió en el Presidente, Echeverría fue electo en 1970.

 

J2octubre4-57orge Volpi, historiador, escritor y analista, aseguraba que esa tarde sangrienta en Tlatelolco
había sido testigo de 300 muertes, sorprendentemente cuando se intentó indagar en los sucesos no existen físicamente más de 20 denuncias de muertos o desaparecidos, la Fiscalía de Crímenes del Pasado no pudo condenar a Echeverría por crímenes a la humanidad o genocidio, sólo le dictó arresto domiciliario por su edad en 2006, mismo que fue retirado por un amparo. Eduardo Valle “El Búho”, uno de los principales líderes del 68, sólo pudo demostrar la muerte de 69, por lo que los 300 muertos de Volpi “nunca existieron”, pero sus consecuencias han sido y serán una memoria fracturada de mexicanos engañados, mutilados y cansados de pelear contra gobiernos miserables. De todos los funcionarios mexicanos, solamente Octavio Paz, quien entonces era embajador en India, renunció a su puesto como rechazo a lo sucedido.

Existen libros, películas, documentales, pinturas, murales respecto al suceso, lo que rescató de este evento es que aunque, no se olvide, debemos superarlo, debemos aprender de lo que sucedió y superarlo, prepararnos más, dignificar la memoria de esos valientes manifestantes saliéndonos del enmarcado prototipo del mexicano, que acepta la verdad que le vende el televisor, recordar que el poder radica en el pueblo, linchar con nuestro veto a los gobernantes corruptos e ignorantes, no titubear en respaldar cualquier movimiento revolucionario, pero para que esto sea debemos de dejar de vivir en el pasado, en la conquista, en el 2 de octubre y empezar a actuar como seres pensantes, cansados de gobiernos mediocres, apagar el televisor y leer más. En conclusión, dejar de quejarnos y salir de nuestra zona de confort porque no puede ser que tantas muertes hayan sido inútiles.

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