En el Génesis encontramos el arquetipo profundo en temas de rivalidad, resentimiento y lucha constante de reconocimiento; en esta historia original el caos se da entre hermanos porque Dios prefiere la ofrenda de uno sobre el otro, este relato bíblico plantea interrogantes fundamentales sobre la naturaleza humana, la moralidad, el libre albedrío y la relación entre el individuo y la sociedad; sentirse menos querido o menos reconocido es común, y no sólo entre hermanos, entre colegas, parejas, subordinados o socios, esta sensación de competencia puede generar hostilidad, frustración y agresión; como lo fue el asesinato de Abel.

Las personas que se sienten constantemente comparadas suelen generar muchísimo resentimiento que consume, esta emoción puede generar victimización, una enfermedad silenciosa que fomenta divisiones, odio y violencia dentro de una familia, empresa, comunidad o, incluso, una nación. La historia de Caín y Abel nos muestra dos caras de la naturaleza humana: la capacidad de amar y crear, pero también la capacidad de odiar y destruir.

¿Cuál es la verdadera naturaleza del ser humano?

La introspección para superar la frustración es cada vez mas escasa por el contrario al no poder enfrentar las propias deficiencias, miedos se tiende culpar a otros, generando círculos de violencia o injusticia. Tras el asesinato de Abel, Caín es condenado a vagar sobre la tierra, lo que simboliza el aislamiento, Caín se aísla de su familia erosionando la conexión y la pertenencia del propio individuo a la sociedad.

Jean-Jacques Rousseau ha explorado esta historia para explorar la idea del “Buen salvaje” y la corrupción de la sociedad; Nietzsche se atrevió a más aplaudiendo de Caín su espíritu libre y rebelde que se opone a la moral tradicional.

La historia de Caín y Abel es sumamente relevante porque explora aspectos esenciales de la naturaleza humana y las interacciones sociales. Desde la psicología, ofrece una visión de cómo las emociones no gestionadas, como la envidia, el resentimiento, y la rabia, pueden llevar comportamientos destructivos.

 

En el ámbito corporativo, la historia de Caín y Abel también puede proporcionar valiosas lecciones sobre las dinámicas de competencia, rivalidad, reconocimiento y de gestión emocional dentro de las organizaciones. Estos aspectos son esenciales para entender cómo los empleados y equipos interactúan entre sí y cómo las políticas corporativas pueden influir en la cultura organizacional, este relato pone en relieve la importancia de la equidad, el reconocimiento y la gestión adecuada de emociones y conflictos.

En mi opinión, la competencia no es mala, puede ser un motor si se enfoca a un camino propio, con desafíos enfocados a objetivos y no a personas.

 

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