En este ejercicio de comparar historias bíblicas en el corporativo hoy le toca a la increíble lucha entre el débil y el fuerte que se cuenta en la historia de David y Goliat, ese simbolismo entre el oprimido y el poderoso, la representación de David como un individuo que a pesar de una situación de desventaja utiliza su libertad, creatividad y valentía para desafiar lo que parece predestinado, Goliat es ese jefe hegemónico y militar, mientras David no confía en sí mismo, pero cuando se enfrenta al reto de vencer a Goliat encuentra su verdadera fuerza interior, una alegoría de la importancia de confiar en nuestras habilidades y no dejarnos intimidar por las apariencias o expectativas sociales o corporativas.

Si buscamos en textos de Platón podríamos argumentar como Goliat simboliza a desmesura del poder mal empleado, o bien, de la inteligencia contra la fuerza pues fue David quien uso su ingenio, rapidez y habilidad para vencerlo, es decir, llegamos al término corporativo COPING o la teoría del afrontamiento, donde se mide y afronta el problema a pesar de tener una relativa desventaja, afrontando emociones como el miedo o el pánico y resolviendo con una acción decisiva.

La autoeficacia demuestra las habilidades ante una situación de desafío, tomando riesgos calculados y una actitud decisiva, atributos imperantes en un perfil de Dirección. Esto resalta el poder de las creencias en el éxito o fracaso. David no permite que las expectativas negativas externas limiten su rendimiento.

David podría verse como un ejemplo de como una persona resiliente no solo resiste la presión, sino que prospera y encuentra formas creativas para superar obstáculos que parecen imposibles. Asimismo, nos da una lección de psicología del liderazgo tomando decisiones arriesgadas ante decisiones difíciles en situaciones de alta presión; una historia de fuerza mental y emocional, inteligencia estratégica y confianza interna que son más decisivas que la mera fuerza física o el poder.

En el ámbito corporativo podemos verlo desde la competencia entre PYMES (pequeñas y grandes empresas) que enfrentan a gigantes corporativos, simbolizamos a las PYMES con una capacidad de ser más agiles, innovadoras y disruptivas que las grandes corporaciones que, a menudo, son más lentas y burocráticas, encontrando nichos de mercado que les permiten competir eficazmente. Ya lo vimos con tecnologías emergentes que están poniendo en jaque a grandes “Goliats” reflejados en discográficas, televisoras, bancos y el sector automotriz.

Veamos la honda de David como un símbolo de innovación y disrupción; sin armas ni armaduras pesadas la honda de David es una herramienta simple pero altamente efectiva, que en el contexto corporativo enseña valiosas lecciones sobre estrategia, liderazgo y desafío, la clave esta en la agilidad y capacidad de asumir riesgos calculados y aprovechar las fortalezas propias en lugar de competir en los mismos términos que las grandes empresas.

Las PYMES a menudo tienen más hambre de éxito y están dispuestas a tomar mayores riesgos. El sentido de urgencia y la necesidad de innovación que enfrentan los “David” corporativos los lleva a ser mas agresivos en la búsqueda de nuevas oportunidades.

 

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