Uno no está peleado con el otro, sin embargo, en algunos casos, es posible que el primero te lleve al segundo. Yo soy uno de esos casos, no sé si raro o hasta muy común, pero de lo que sí estoy segura es que definitivamente a mí el primero me ha llevado al segundo, dándole un giro por completo a mi vida; en la forma de percibirla, disfrutarla, compartirla y hoy en día, de tratar de contagiarla y difundirla.
El término “fitness” es sinónimo de “ponerse en forma”. Ponerse en forma físicamente con la finalidad de mejorar la salud. En este concepto también se engloba, además de la actividad física o ejercicio, una correcta nutrición, con dietas y periodos de descanso adecuados para cada persona y actividad.

Cuando inicié con el hábito del ejercicio, empecé a ver resultados, pero notaba que no eran lo suficiente, ni siquiera proporcional a la cantidad de horas que le invertía a mis entrenamientos. Fue cuando busqué por primera vez a un nutriólogo. ¡Cómo recuerdo su frase! Creo que nunca se me va a olvidar. De hecho años después cuando estudié un Master Internacional en Nutrición fue la misma frase con la que me recibieron al ciclo escolar: “Por lo menos el 70% de un cuerpo saludable depende de la alimentación”; y otras más como “los abdominales se hacen en la cocina, no en el gimnasio”. Al cambiar mis hábitos alimenticios, los resultados del ejercicio que realizaba eran más notorios, entonces integré adicionalmente un descanso adecuado, traté de incrementar una hora más de sueño diario. Mi cuerpo lograba recuperarse más para poder hacer ejercicio al otro día sin sentirme cansada. Mis sesiones de entrenamiento las empecé a disfrutar mucho más. Fue entonces cuando me empecé a interesar más en la relación que guardaban cada uno de los elementos que cuidaba. Un día leyendo, me encontré con el término “endorfinas”, una de las hormonas que generalmente se asocian con estados de ánimo positivos. La función básica de las endorfinas es generar una sensación placentera cuando hacemos algo. Ésto nos motiva a seguir buscando la misma sensación a través de la práctica de las mismas actividades que le dieron origen. Seguramente esto es lo que mi cuerpo me estaba dando, sin darme cuenta había generado hábitos muy favorecedores. Bien dicen que el cuerpo es muy noble, si le das cosas buenas, lo mismo te dará de regreso.

fitnes-foto1
El sentirme tan bien físicamente, me movió en otros aspectos de mi vida que al parecer había dejado relegados de manera inconsciente por un tiempo: mi familia, amigos, pareja, nuevos retos profesionales. El efecto de las endorfinas (esa es mi explicación), se volvió viral. Empecé a buscar un balance, un balance como ser humano en los diversos aspectos de la vida. Curiosamente es lo que hoy se conoce con la palabra “wellness”. Wellness es un término en inglés que se usa generalmente para definir un equilibrio saludable entre los niveles mental, físico y emocional, obteniendo como resultado un estado de bienestar general. Término muy utilizado recientemente para definir el estado ideal del ser humano.
Esta es solamente mi historia, intenté un cambio pequeño y una cosa ha traído a la otra. Los pequeños cambios acumulados a través del tiempo son los que hacen al final la gran diferencia. Empieza poco a poco, no importa por donde empieces, lo que importa es que ese cambio te haga crecer. Busca tu balance, tu equilibrio como ser humano completo.

FINAL-fitness

No Hay Más Artículos