Todo ser que conozco de Iberoamérica me resulta familiar. Alguien que puedo reconocer en mi cultura, que lo puedo ubicar. Es fácil hablar con ellos, es más fácil aun juzgarlos y está puesto en bandeja de plata que seamos reflejos de las mismas y más internas represiones barrocas y bizarras, nos une un profundo desgarro cultural, pero aun nos une más el carácter mediterráneo y jovial que se haya en cada uno de estos, nuestros hermanos.

 

Alcanzar a ver más allá de lo individual es como hacer equilibrismo.

“Solo cuando sientes el vértigo en la mitad del camino de la cuerda te puedes sentir lleno, en plenitud”.

Pero sin intención de sufrir lesiones por intentar hacer cosas que no se nos da bien. Vamos a adentrarnos en la localidad donde nace la siguiente historia, en San Isidro, Argentina.

¿Medicina o Rock?

¿Medicina o Rock?

San Isidro,  una ciudad a 20 km de Argentina. Las casas unifamiliares lucen mirando al sur dando la cara y abriendo las puertas al Río de la plata. Una afortunada familia, de descendencia Italiana y con un linaje de (doctores y médicos de dos generaciones), tienen a la (tercera de los cuatro hijos que nacieron, tres de ellos también doctores) y nuestra protagonista, Paola Mucciolo.

De moza sentía que su entorno iba muy acelerado para el ritmo que ella sentía, descubrió su propia libertad en las calles, cuenta que era un imán para las sonrisas, que no podía prestar atención durante mucho tiempo a la misma cosa. En su infancia había desarrollado un lenguaje prematuro y fluido que la enganchaba a parlotear con cualquier persona que la prestara conversación.

 

En España se llama don de gentes y lo estaba desarrollando desde temprana edad.

 La maravillaba el cine de Hollywood de los 70, y su entorno se encargó de magnificar toda aquella energía que esa niña sentía, sus amigas siempre destacan su sonrisa perenne y su humor  porteño. En aquella próspera década, en Argentina, esa niña  fue muy feliz entre lo real y lo imaginario del alternativo mundo servido en celuloide, empezaba a sentir su propio camino.

 

De niña no lo pensó, quería conectar directamente con la gente y experimentar el arte.

 

Vivir como en los Estados Unidos no le bastaba, ni a ella ni a sus mejores amigas. Juntas, ya en la pubertad, armaron una empresa. Se dedicarían a la venta de objetos de valor de segunda mano y empezarían así su primera pequeña economía.

Su familia apoyaba sus decisiones, a pesar de que no pensaran que aquella actividad era la mejor para un adolescente, ya empezaba a sentir la presión y la dificultad en la que se encontraba al recibir responsabilidades directas de su familia; sentía que tenía pendiente impresionarlos, llevar el camino familiar al punto donde ellos esperaban que fuera, ser doctora.

 

“En este periodo la felicidad es la que continuaba ganando, ojos consentidos guardaban sus padres por el amor a la hija más sonriente”

A los de Paola, en aquel entonces, de todos los dones que era portadora su tercer retoño, solo les interesaba su potencial como médico. Simple, ¿Verdad? Nadie dijo que la pre-pubertad era  fácil y lenta. Pero cuando ya has pasado todo aquello y antes aún de ser completo como “Ser Adulto” todo tu entorno te coacciona, de repente tienes que tomar decisión de cómo salir de toda aquella presión. Ella también tenía que ser una buena médico, como así se representaba en su linaje familiar o al menos intentarlo. Y así pasó.

Al inicio se hacía fácil cursar dos carreras distintas, hacer feliz a la familia cursando psicología y a ella misma, estudiando diseño y publicidad. Alternaba una cosa con la otra, cuando sus padres estaban lo suficientemente enfadados con ella y ella culpable por haber dejado su responsabilidad, rectificaba y saltaba a otro camino y, cuando el rock y sus amigas la reclamaban para seguir con su empresa, que buen dinero ya les daba, saltaba de nuevo.

¡Arriesgó todo por vivir de sí misma!

 

Formada en el mundo del diseño y viviendo en Argentina con su mejor amiga y socia, trabajan como interioristas, escaparatistas y diseñadoras de moda. Su plan marchaba perfectamente, Su nueva empresa, la amistad inquebrantable, conocer y explorar su propia ciudad, darse a conocer y trabajar en aquello que las hace feliz, todo el mundo quería vivir así.

No había nada imposible en todo aquello, no había nada que lo impidiera. Cuando crees que tienes todo el control de lo que está pasando a tu alrededor es demasiado importante como para sentir angustia o pena, sentir otra cosa que pueda quebrar la capa protectora de la felicidad.

Paola, sentada frente a mí en el restaurante donde la estoy entrevistando, me mira fijamente, yo sé que nunca más volverá hacerlo con tanta intensidad, tengo que abrirme a ella, niega con la cabeza y me dice: – No puedes entender que dolor me produjo, después de una vida intensa con mi mejor amiga, todos los fracasos, discusiones familiares, éxitos, perdidas, risas, fiestas, novios, ¡vida! Aun así no basta, no basta con prestar atención, mirar a un lado, asentir a todo. Che, contentar a tu entorno y hacerte la loca para trabajar como una burra, creía que estaba en buen camino, pero un día llegué a casa y mi compañera ya no estaba en este mundo. Dios se la había llevado. Ahora estaba sola, sin saber donde ir, sin camino -.

Una tarde le bastó a Paola para tener el abismo en la punta de los pies, para que su corazón fuera juzgado, para que todo lo aprendido desapareciera de un plumazo, para que todo lo que supiera no tuviera ningún valor, para odiar su existencia y dudar de su destino. Se encontraba en mitad de la cuerda floja con solo una oportunidad para pasar al otro lado.

 

“No es tanta la importancia de cruzar la cuerda floja sino darte cuenta de que, efectivamente, ya llevas tiempo en ella”.

 

La coherencia le hizo pensar su próximo paso, Bariloche, fue su retiro espiritual, en los Andes Patagónicos decide emprender la gran aventura de encontrarse a si misma, , volver a reprogramar el amor a la vida, darle un nuevo valor y cuando estuviera preparada, volver a volar.

Esta vez la llamada estaba en en Europa, España la esperaba, pero sus amistades al otro lado estaban en un punto peculiar en el mapa, Andorra.

Aterrizar en Andorra, un minúsculo país en las húmedas y frías montañas de los Pirineos que hace de guardián entre Cataluña en España y Midi-Pirénées en Francia, le propusieron un nuevo entorno nunca vivido donde su principal reto era valerse por si misma, seguir trabajando, reencontrar sus manos, la artesanía natural que siempre la había hecho destacar, estudiar, nutrir su alma y enamorarse.

Barcelona la esperaba con los brazos abiertos. Apostando fuerte, unos años después, fue directamente a cursar Joyería en la prestigiosa escuela Massana, centro de arte y diseño. Retoma velocidad, crea su propia empresa y empieza una experiencia que la llevará  a explorar ciudades como Tarifa, donde descubre su lado más artesanal expresando un diseño más orgánico, con formas diversas, materiales nobles, arcillas, maderas, plata y acero.

¿Medicina o Rock?

¿Medicina o Rock?

A la vez entiendo, gracias a una sonrisa poco piadosa, la confesión de algún gran amor, pero es su secreto mejor guardado.

Andalucía  la cobija por años, y empieza a enamorarse de España, y descubre su amor por un diseño más Geométrico y empieza a llegar a Salamanca, Murcia, Pontevedra, Renedo, Cantabria, Soria, Alicante y de nuevo y esta vez como su ciudad de adopción, Barcelona.

Paola Mucciolo, afincada en Barcelona, profesional de la artesanía y la joyería personalizada, está preparada para encontrarse así misma en cada obra que hace y encargo que recibe; cuenta con un don especial,  diplomada en medicinas tradicionales. Los contrastes entre todas sus formaciones y disciplinas, sus experiencias y su naturaleza de mujer porteña la hacen especialmente divertida, sensible, alegre, algo escurridiza y muy emprendedora.

Confiesa que siempre eligió el Rock & Roll, se avergüenza de la mala calidad fotográfica de los 80 porque ella disfrutó muchísimo de su lookRoxette”, saltan sus lágrimas cuando recuerda cuánto libre se sentía en el sur de la España Atlántica y tatuó su cuerpo con señales de su vida, y la mujer que hoy en Barcelona reconoce en el espejo es aquella que siempre soñó ser, libre y fuerte, emprendedora y amante de sus deseos.

Si estás pensando en tener una joya muy personal, que refleje tu personalidad, llamaría a Paola. A veces, no sabes que una charla con un Argentino puede cambiar tu manera de ver las cosas por un momento, te salva, da una retrospectiva de la situación muy diferente, seguramente cuando ya tengas una gran sonrisa en tu rostro, ella acabará mostrándote una joya perfecta para ti, sin saberlo, una joya que  se convierte en amuleto, en energía, cuando un Ser hace algo para otro Ser, toda su energía va contigo, te vuelves guardián y te acompañarán allá donde vayas en tu vida y allá donde tomes tus decisiones.

 

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