La poesía es
como una ráfaga de viento,
que roza la madrugada,
y al estremecerse
se ruboriza y sonroja
como una adolescente.
La poesía está
en las gentes sencillas,
en el olor a leña quemada,
en los quejidos de las ascuas
y hasta en el humo de las fraguas,
ese humo que brota
por la garganta de la chimenea.
La poesía viene
de los ojos de ese niño
que observa la vida
por primera vez.
La poesía va
y viene, está y es
aquella gran amiga
que nunca tuvisteis,
pero siempre estuvo contigo
como un recuerdo permanente.
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