Volver a libros que marcan época

Volver a libros que marcan época

El Premio Nadal de novela a la mejor obra inédita es el más antiguo concedido por una editorial en España. Este año, Care Santos se ha proclamado ganadora de la 73 edición con Media vida, tomando así el relevo a Víctor del Árbol, ganador el año pasado con La víspera de casi todo.

Pero hoy no vengo a hablar de la flamante ganadora de este año (aún no he podido leer su novela), sino de la premiada durante la primera convocatoria, en el año 1944, de este prestigioso premio. En esa ocasión también una mujer, Carmen Laforet, con su novela Nada, se llevó el Nadal.

Laforet ganó el galardón con su primera novela, y con sólo 23 años, porque fue capaz de reflejar de manera magistral la sociedad de la postguerra española a través de los ojos inocentes, y también astutos, de una joven Andrea, una estudiante que llegaba a Barcelona a vivir con unos familiares en un apartamento en la calle Aribau.

Nada claramente surge de la tradición de los autores de la generación del 98 como Baroja o Unamuno, que en algunas novelas (como El árbol de la ciencia o La tía Tula) nos ayudaron a entender mejor la sociedad madrileña de principios de siglo XX. Laforet toma el relevo, (en este caso en Barcelona) —o complementa— esa generación del 98 junto a otros célebres autores españoles como Cela, al igual que más adelante relevarían a Cela y Laforet escritores como Marsé o Mendoza.

Volver a libros que marcan época

Eso es la literatura, un continuo ir y venir de autores y autoras que hoy escriben con un estilo propio e ideas singulares que no se pueden separar de sus lecturas de ayer, de aquellos libros  que les han proporcionado el conocimiento necesario para un día afrontar una página en blanco y hacerlo con la inestimable ayuda de sus referentes literarios.

Y si los escritores deben cultivar sus conocimientos para poder afrontar los retos de sorprender al lector, el lector debería de vez en cuando —sin olvidar sus contemporáneos— volver a esos libros que marcan época y que son necesarios para entender la literatura de hoy. Hoy les propongo que le den una oportunidad (para aquellos que aún no lo han hecho) a leer Nada, de Carmen Laforet.

Sigue leyendo a Gregori Dolz