El 10 de agosto de 1519, en el muelle de las Mulas sobre el río Guadalquivir en Sevilla, España, inició una de las hazañas más importantes del hombre, la misión que originalmente comandó Fernáo de Magalháes, y que culminó tres años después Juan Sebastián de Elcano, de dar la primera vuelta al mundo, que sin duda vino a transformar el conocimiento del orbe, en especial su geografía y comprobar fehacientemente su circunferencia casi perfecta, pero más sublime aún, hizo saber a los seres que lo habitaban en ese momento, que si querían, no tendrían limites en sus horizontes como raza humana.

La historia inicia veinticinco años antes, el 7 de junio de 1494, cuando se firma entre los reyes de España, Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón, y el rey de Portugal, Juan II de Avis, en Tordesillas, Valladolid, con base en las bulas alejandrinas (Papa Alejandro VI), el tratado que dividía las posibilidades de conquista entre los dos países, los hispanos, controlarían las islas Canarias y la zona este del Atlántico, los lusos por su parte, las costas de África, el océano Indico y el pico oriental de Sudamérica (Brasil), lo anterior evitaba la llegada de los primeros por caminos convencionales hasta entonces, a las Islas de las Especies Molucas (Indonesia), lo que provocó una necesidad imperiosa de buscar rutas que, sin tocar las posesiones portuguesas, permitiera abastecerse de los productos y su comercialización, eso impulsó a localizar el vínculo con el océano Pacifico.

Después de un tiempo para surtir víveres y almacenar todo lo que se requería para el viaje, a parte del valor de los intrépidos, el 20 de septiembre de 1519, cinco naves salieron de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz); La Trinidad, al mando de Fernando de Magallanes, con 62 tripulantes, entre los que destacaba Gonzalo Gómez de Espinosa, quien fue nombrado segundo de abordo, La San Antonio, teniendo como comandante al español Juan de Cartagena, con 57 tripulantes, La Concepción, con Gaspar de Quesada, paisano del anterior, al mando de 44 tripulantes, en la que fue embarcado Juan Sebastián Elcano como maestre, La Victoria, con el hispano Luis de Mendoza, al frente de 45 tripulantes, y otro portugués Joáo Serráo, comandando La Santiago, con 31 tripulantes.

500 años de circunnavegación

500 años de circunnavegación

Como era de esperarse la travesía fue casi de sálvese el que pueda. En la Patagonia argentina, naufragó La Santiago, durante la travesía sobre el canal, la tripulación de La San Antonio se subleva y regresan a Sevilla, La Concepción, es incendiada por los mismos expedicionarios al no haber suficientes hombres para mantenerla a flote, La Trinidad fue capturada por marinos portugueses, quienes la quemaron frente a las Molucas, al no poder navegar de regreso por el Pacífico, y finalmente La Victoria, es la que cumple la misión, llegando a España el 6 de septiembre de 1522, como decíamos al mando del marinero vasco Juan Sebastián Elcano, quien fue nombrado capitán de la expedición a la captura y prisión de  Gonzalo Gómez, que había tomado el mando a la muerte de  Fernáo de Magalháes, en lo que hoy es Indonesia, y se conocía como las islas de las Especies.

Sin lugar a dudas, hay muchos relatos y suposiciones que hoy en día no se han podido comprobar sobre circunnavegaciones anteriores, como la del chino Zheng He, quien vivió entre 1371 y 1433, de quien se dice fue el primero que hizo el viaje circular, puede ser, pero no existe certeza alguna, lo mismo se habla de los mapas que Marco Polo, es probablemente trajo de su estadía con los mongoles, y que se infiere sirvieron para que los marineros de 1520, tuvieran la certeza de que había paso por el estrecho, pese a ello, hoy todas las crónicas coinciden en que no hay aventura más grande, que el pasar por la estría que comunica los océanos Atlántico y Pacífico, al final del continente donde convergen Argentina y Chile, y la Isla de Tierra del Fuego, la incertidumbre y la bravura de los mares al chocar en esa región del planeta dicen los que saben, son al máximo.

Estamos a 500 años de la hazaña que sin duda alguna, permitió a la humanidad no solo avanzar en el comercio internacional y que el conocimiento del planeta fuera más certero, a partir de ello la navegación marítima se volvió rutina, y sin duda, a pesar de que parezca algo muy convencional, la tierra fue más chica, pero sobre todo impulsó a que los hombres de su tiempo comprendieran que los limites se podían buscar en la imaginación, como Jules Gabriel Verne lo presagió en 1872, soñando que se podría dar la vuelta al mundo en solo 80 días, lo que Magallanes y Elcano hicieron en tres años, y que hoy se realiza en horas.

 

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