Cuando el 9 de agosto de 1999, Boris Nikoláievich Yeltsin, nombró al abogado egresado de la Universidad Estatal de Leningrado, Vladímir Vladímirovich Putin, como Presidente del Gobierno Federal de Rusa, le abrió la puerta para que el 31 de diciembre que renunció, fuera por ministerio de ley, quien ejerciera las funciones de Presidente de la Federación Rusa de forma interina, hasta el término del mandato el 7 de mayo siguiente, previo proceso electoral, al otro día comenzó su propia gestión, la cual concluyó ocho años después, habiendo ganado la reelección intermedia.

 

Dimitri Anatólievich Medvédev, lo sucedió en el encargo, los siguientes cuatro años, pero nombró a Vovka, Presidente del Gobierno, por lo que indudablemente, siguió siendo el hombre fuerte del país, así que cuando se volvió a presentar como candidato en las elecciones, no tuvo problemas en ocupar oficialmente el cargo nuevamente; debido a lo anterior podemos decir que ha gobernado los últimos 19 años.

 

Salvo que suceda algo sorprendentemente increíble, Volod”ka,  volverá a ser electo por sus conciudadanos, para un nuevo periodo, ahora de seis años, como el que está por concluir, así gobernará hasta 2024, y es que la últimas encuestas frente a sus oponentes, son abrumadoras, Pavel Nikolayevich Grudinin del Partido Comunista, tiene una intención de voto que va entre 7 y 10 por ciento, para Vladimir Vólfovich Zhirinovski, los números rondan entre 5 y 8 por ciento, y para la única mujer participante en el proceso Ksenia Anatolyevna Sobchak, existe una predilección que varía entre 3 y 5 por ciento, existen otros cuatro candidatos más, pero tienen números por debajo de los mencionados, al actual Presidente, las encuestas le dan un rango entre 65 y 70 de preferencias, lo que es apabullante.

 

Rusia es el país más grande de mundo, con 17 millones de kilómetros cuadrados, 9 veces México, y tiene una población, de 150 millones de habitantes, cuanta con yacimientos espectaculares de gas y petróleo, y si bien es cierto la economía no avanza de forma acelerada, va caminando, con una inflación que el año pasado fue de 3.69 y un tipo de cambio, que casi no se mueve desde hace tres años, al rondar 70 Rublos por Dólar americano, con reservas monetarias superiores a los 750 mil millones, y el Índice de Desarrollo Humano lo sitúa en el lugar 49, con 20 millones de personas por debajo del umbral de pobreza, el 13 por ciento del total.

 

Sin embargo, la verdad que esto no alcanzaría para tener índices de aceptación tan altos, para el ex agente de la Komitet Gosudarstvennoy Bezopasnosti (KGB), creo que el estratega, que con creces ha demostrado ser Vladimir Putin, juega en dos pistas, para acrecentar su popularidad.

 

La primera fomentando el nacionalismo ruso, promueve la generación de un sentimiento de orgullo en el ciudadano común, por ejemplo ha reivindicado de forma mañosa, para su país, las pérdidas del rompimiento de la ex Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, argumentando que perdieron territorio, población, potencial industrial, militar y casi la mitad de su producto interno bruto, explica que su país, aún no puede recuperarse de esta caída, en donde el presupuesto militar, está al nivel de Francia, veinte veces menos que Estados Unidos y 8 veces menos que China, para ello usa un discurso, en donde la comunicación del Estado la ha personalizado, y con dicho argumento sustenta su lucha por no permitir la independencia de Chechenia, y le dio la posibilidad de mostrar hace dos semanas, misiles súper sónicos invencibles, capaces de atacar cualquier parte del mundo sin ser detectados, y mucho menos derribados por las defensas de los países enemigos.

 

La otra vertiente en la que ha cimentado Volod”ka su popularidad, es en el escenario internacional, donde tiene muchas y variadas ventanas abiertas, el caso de Ucrania y la ocupación de Crimea, las tensiones que ha generado el acuerdo nuclear con Irán, la crisis con Gran Bretaña, de donde ya fueron expulsados 23 diplomáticos, la guerra civil de Siria, en la que apoya indubitablemente al régimen de Bashar Háfez al-Asad, en su lucha contra los fanáticos del Estado Islámico, pero sobre todo, las diversas aristas con Estados Unidos, que sin duda le ha permitido pescar con atarraya adeptos en Rusia, y es que el desconcierto que aún viven los americanos, sobre la supuesta injerencia en sus elecciones, que al Presidente Donald John Trump, le ha costado una cantidad importante de aliados políticos, amigos personales, pleitos con instituciones como el Federal Bureau of Investigation (FBI), y sus directores, y apoyos de todo tipo, lo que Putin, vende al interior es la recuperación decíamos, del sentimiento de orgullo y presencia mundial, por ello se presenta en comerciales sumergiéndose en aguas congeladas, o con el torso descubierto montando un oso, en un photoshop, que él mismo tuvo que salir a desmentir, pero que sin duda gusto a la plebe.

 

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