Sin lugar a dudas uno de los grandes paradigmas actuales de las Relaciones Internacionales es la Migración, la cual tiene muchas aristas desde las cuales se debe analizar; porque si bien es cierto, los seres humanos desde nuestro origen hemos sido nómadas y nos movemos del lugar nuclear, buscando los mejores espacios para la pesca, caza, o recolección, también es verdad que, donde encontramos las condiciones que consideramos favorables para nuestra vida y desarrollo, ahí nos establecemos,  y difícilmente cambiamos de sitio, al menos que haya un impulso superior que nos impida seguir en el espacio en el construimos el hogar. Espero no equivocarme, pero exprofeso, nadie se mueve para empeorar su condición.

 

Los últimos años, las posturas internacionales han pasado de una cuasi contemplación, al replanteamiento de las administraciones públicas en diferentes países, la salida del Reino Unido de la Unión Europea, el triunfo de Donald John Trump en Estados Unidos, así como los avances importantes que han tenido los partidos nacionalistas en Alemania, Austria, Bélgica, Brasil, Francia, Hungría, e Italia son evidentes formas de expresión, que rechazan la saturación de los servicios sociales, las dificultades para la consecución de empleos, y son el claro reflejo de la pereza imaginativa y gerencia, de largo alcance, que representaría tener políticas claras de impulso y capitalización de esa riqueza que significa, incrementar la fuerza de trabajo, la creación de nuevos proyectos, la diversidad cultural, social y económica, que trae quien llega. Simplemente recibes un capital, que no tuvo un costo de formación.

 

Evidentemente todo ello tiene implicaciones políticas, sociales, culturales, y familiares, sin duda alguna, el impacto más visible es en las economías, tanto de los países que pierden sin lugar a dudas, su capital más valioso, así como los que reciben este cumulo de pensamiento, y brazos de trabajo, porque no debemos olvidar, que en su inmensa mayoría el migrante es joven, a pesar de que algunos estúpidamente lo consideren carga.

 

 

ÉXODO HONDUREÑO

ÉXODO HONDUREÑO

Hoy Honduras, Estados Unidos, Guatemala y México, viven de manera directa una situación migratoria inusual, a través de la llamada caravana migrante, si bien es cierto no es la primera vez que esto sucede, ya a principios de este año, hubo una columna similar, a la que el presidente norteamericano Donald Trump, respondió desplegando al ejercito a la frontera sur, para evitar la entrada de sus integrantes a suelo estadounidense, nuevamente decíamos, hay un convoy especialmente integrado por catrachos, que ya cruzan el territorio mexicano, en la cual se calcula caminan aproximadamente siete mil personas, hay otra de aproximadamente mil quinientas gentes, que aún están en territorio guatemalteco y se prepara una más para salir de El Salvador.

 

Honduras es una nación que desde hace algunos años no está satisfaciendo las necesidades sociales; con una población de nueve millones de personas, se calcula que un millón vive fuera del país, el 80 por ciento de ellos en Estados Unidos, además la baja en los productos que exporta, como café, maquila y camarón (gamba), hace que las remesas que el año pasado fueron de 4,330 millones de dólares, y que en el primer semestre 2018 llegaron a los  2,350 hoy día representen el 18 por ciento del producto interno bruto, sólo comparativamente la venta de petróleo de México es el cuatro por ciento del PIB.

 

El gobierno mexicano no supo reaccionar a la demanda de los centroamericanos para pasar por nuestro país, en un primer momento se envió a la Policía Federal a hacer el ridículo intento de detenerlos, fue exhibida y rebasada, las necesidades de la gente van más allá de las fronteras, y cuando el país de origen que debe de satisfacer las necesidades de seguridad, desarrollo económico, salud, educación, no lo hace, la gente se va. Como en muchas otras ocasiones la sociedad civil desorganizada, pero con espíritu, ha dado la respuesta que se necesita, más allá de los gritos xenofóbicos que algunos lanzaron, hipócritas de la caridad, con pretextos absurdos de que dejan basura a su paso, y ¿qué vamos a hacer con ellos?, patrañas; no quieren quedarse en México, país que tampoco ha podido resolver el desarrollo humanos de los 120 millones que vivimos aquí, los migrantes hondureños van al norte.

 

Lo anterior desnudó la cara más terrible de la impreparación gubernamental ante este tipo de eventualidades, a destiempo se anuncia el programa emergente “Estas en tu Casa”, un país del que mucha de su grandeza se la debe a la migración, solo Querétaro mi Estado, en el que soy inmigrante, debe su monumento más emblemático, a uno de los miles que no nacimos en la entidad, pero que hemos decidido morir en ella, el acueducto lo construyó Juan Antonio de Urrutia y Arana Pérez Esnauriz, además han sumado, ayer y hoy, Miguel Ramón Sebastián Domínguez Alemán, María Josefa Crescencia Ortiz Girón, Bernardo Quintana Arrioja, Pablo Hermoso de Mendoza Cantón, Iridia Salazar Blanco, las grandes estrellas de nuestro equipo de futbol son inmigrantes, como bien ha dicho el ecuatoriano Santiago Carbonell Moreno, adoptado como queretano, “el mapa de México, parece un anzuelo, basta con que lo muerdas para que quedes atrapado”.

 

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