¿Es España un país culto? En general tengo que decir que considero que no. Si fuese culto, es decir, si tuviese conocimiento del entorno, información, criterio propio… otro gallo nos cantaría.

Cultura de pacotilla

Cultura de pacotilla

¿Hay información? Sé que las fuentes de información están alienadas, y que cada uno te cuenta la historia como quiere. Está manipulada, es un arma muy poderosa. Aún así, considero que hay suficiente información general para poder contrastar versiones y crear tu propio criterio. Pero la mayoría no lo hace. Y me refiero a todos los aspectos. ¿Qué se puede esperar de un país que no invierte lo suficiente en educación? Que considera el “arte” de la tauromaquia como identidad nacional. Que se preocupa más por el fútbol, y remarco que pongo fútbol y no deporte porque el 99,9% del deporte que se ve es fútbol, que por ir a votar. Un país que considera arte a aquello que los “entendidos” llaman arte, y que se vende caro. Que sus preocupaciones son los programas tele basura que proliferan por doquier… Y ni siquiera saben que “Gran Hermano” es un concepto de George Orwell plasmado en su novela 1984, y que en realidad se refiere al control que sufrimos día a día, (véase Facebook, mil millones de aplicaciones más, carnets y tarjetas, cámaras…) que a las peripecias y desgracias de los cuatro gilipollas que fueron escogidos específicamente para dar audiencia.

No hace mucho volví a ver “Network”, excelente película de hace décadas que enseña los entresijos y el poder que se mueve tras las cámaras de los noticiarios. Me espantó ver que seguía tan vigente, o incluso más, que la primera vez que la vi.

No me considero una persona especialmente culta, pero me enorgullezco de tener mi propio criterio, equivocado o no.

Tres cojones me importa quién ha ganado en Gran Hermano o copias posteriores. No sé de fútbol y no lo oculto: es una ignorancia escogida. Que un toro mata a un torero, pues me parece lógico. Igual de lógico que si un guiri se tira desde un balcón a la piscina, cae mal, y se queda paralítico. Pena no me dan, ni uno ni otro. Si dejas de jugar con fuego, de hacer el subnormal, pues no te pasa.

Pero claro, hay que promocionar el turismo, así que fomentamos el balconing, los San Fermines en los que todo vale, los vicios más baratos que han conseguido inundar de alemanes, ingleses y otros foráneos gran parte de las ciudades costeras del sur. Invasión total, veraniega o no.

Pues verán, creo que D. Arturo Pérez Reverte tiene razón: Tenemos la España que nos merecemos. Ni más, ni menos.

Cultura de pacotilla

Cultura de pacotilla

Hacemos un drama porque una folclórica que ha defraudado (no sé cuanto) a hacienda tenga que ir a la cárcel, lo ponen a diario en los programas del corazón, crean una cuenta para que los seguidores paguen de lo poco que tienen para que pueda salir antes. ¿Que nos roban, y todavía les pagamos para que no pasen por la cárcel?

Otro famoso, torero, atropella y mata conduciendo en estado de embriaguez, qué pena que vaya a la cárcel, por dios, con lo mal que lo estará pasando…  Pero ponen su desgracia hasta en la sopa sin pensar en la familia que sufrió lo peor de su imprudencia. Y encima, si lo hace un ciudadano de a pié, ni piedad ni hostias. Si te equivocas en 20 € en tu declaración entras en morosos, te cobran multa, etc. Si robas (comida) para comer, a la cárcel, que no es tuyo. Todo el peso de la ley caerá sobre ti.

¿No sabes ya que la crisis es culpa nuestra, por vivir por encima de nuestras posibilidades? Eso nos dicen, pero no cuentan toda la película, no les interesa. Que ellos crearon las normas que obligaban a gastar tanto dinero por cosas básicas. Que los bancos ofrecían préstamos para ello. Y si vivíamos por encima de nuestras posibilidades, ¿no lo tendrían que haber detectado los banqueros?, tan listos ellos, y no prestarnos más dinero del que pudiéramos devolver… Eso sin mencionar que todo lo que los políticos han robado aún no ha aparecido. Pero los ladrones somos nosotros ¡No se os ocurra olvidarlo! Que se pagan viajes que cuestan el triple del valor real con el dinero del contribuyente, pero se lo merecen oye, que la caloré es muy dañina para las neuronas.

Un torero muere, no haber toreado. Yo a lo que llamo tragedia es a la muerte de dos bomberos por negligencias del jefe, o por ir a rescatar a un subnormal que, sin tener ni puta idea, decide que con ver dos documentales, puede subir una montaña solito, en territorio comanche.

Eso son tragedias, y no la muerte o averías varias de locos con carnet que hacen el jilipollas a diario. ¿Soy cruel? No más que los que manejan el poder a su antojo. Rescatando a los bancos con nuestro dinero para que nos sigan dando por el culo. Que nos bajamos los pantalones, que se lo facilitamos todo.

Y en cuanto al arte, que una obra sea cotizada como arte no sucede hasta que algún entendido en la materia o con un bolsillo a reventar pague una millonada por él.

Para mí, el arte es aquello que me hace sentir, compartir, disfrutar algo. Que se cante ahora todo parecido, basura, con hijos o demás familia de famosos “cantando” o “pinchando” me parece triste (y horroroso).

Cultura de pacotilla

Cultura de pacotilla

Hay tanto artista que no tiene padrino pero sí muchísimo talento que conozco, en esta mi pequeña villa, que se queda en la oscuridad, con muchísima dificultad de mostrar su arte, con lo buenos que son en lo suyo. Se me quitan las ganas de ver los canales de música. Que tampoco es que en los otros haya mucho que ver.

Llega un punto en el que no quiero saber más, ni ver más escarnios. Cuanto más sé más me cabreo con la ignorancia general. Cuanto más conozco a la gente más quiero a mi gata.

Un par de ejemplos: Saramago. No discuto que trata temas interesantes y desgarradores, pero no me pillarán leyendo otro libro suyo. Esa forma de redactar, párrafos de dos o tres páginas, sin apenas signos de puntuación, me parece una tortura innecesaria. ¿Soy inculta por ello? Decídanlo ustedes.

La música de hoy en día, salvo en escasas y honrosas excepciones… No soporto que me quieran convencer de que ciertas cosas sean música. Todo está cortado por el mismo patrón, y las mujeres cada vez muestran menos tela y los hombres menos gusto vistiendo.

Y ver a grupos de mi entorno creando, cantando, disfrutando y haciéndonos disfrutar del espectáculo un millón de veces mejor que esos paletos que salen en los videos musicales…  Eso, para mí, tiene muchísimo más valor que esos otros payasos de las cadenas musicales. Eso, para mí, es arte en estado puro.

Es mi criterio, pueden compartirlo o no, puedo equivocarme. Pero he decidido, he comparado, me he informado, y ese es mi criterio.

Si todos hicierais eso, informaros y luego decidir, no seríamos un país de pandereta, de borregos siguiendo lo que cuatro iluminados quieren que sigamos, que veamos, que creamos, y así mantenernos dormidos ante la realidad.

 

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