Los últimos acontecimientos sucedidos en la política económica mundial, protagonizados por el presidente de los EE. UU., referente a los aranceles, obliga a los estados a su autoabastecimiento de

productos y servicios y a buscar nuevas oportunidades en otros mercados.

Son variadas las ventajas de la autosuficiencia:

Proteger al país ante los vaivenes del comercio internacional y las fluctuaciones incontrolables de los precios de los productos agropecuarios, insumos e industriales.

Asegurar el abastecimiento de alimentos para satisfacer las necesidades de las poblaciones locales

Generar un sistema propio que considere no sólo la producción de alimentos, sino también las actividades inherentes a ella, como la transformación industrial, la actividad comercial, los servicios financieros y los servicios tecnológicos

Ahorrar divisas

Producción de alimentos con cuidado al medio ambiente

Generar mejores condiciones de vida de los productores del campo

 

La protección de la producción local es una medida proteccionista de primer nivel. Eso hace que diversifiquemos las exportaciones, buscando mercados sin depender de sus políticas monetarias y de comercio exterior.

La globalización se impone, pero con reglas claras y justas para las partes. Esa es una de las filosofías de los tratados de libre comercio que suscriben los estados.

 

La concentración de las exportaciones puede tener consecuencias tanto positivas como negativas. Por un lado, puede generar ganancias de eficiencia, pero por otro, si los productos son difíciles de reemplazar, la interrupción de los flujos comerciales puede ser disruptiva.

Para los países en desarrollo, la concentración de las exportaciones en ciertos sectores es un tema de preocupación para los responsables de la política económica.

La sustitución de cultivos ilícitos debe ser una política de estado y aprovecharla para generar un sistema de alimentación sustentado y suficiente para su abastecimiento y la exportación. En el pasado, Colombia inicio un programa de sustitución para los casi mil municipios enfatizando en 45% donde se concentra la mayor producción de esos cultivos.

Miremos algunos datos sobre la concentración de la producción.

Ninguna región está cerca de ser autosuficiente.

Cada región depende del comercio con otras para más del 25 % de al menos un tipo importante de bien.

Alrededor del 40 % del comercio mundial está “Concentrado”. Las economías importadoras dependen de tres o menos naciones para esta proporción del comercio mundial.

Tres cuartas partes de esta concentración se deben a decisiones específicas de cada economía. En estos casos (30 % del comercio mundial), cada país se abastece de un producto en solo unas cuantas naciones, incluso cuando las opciones de suministro global están diversificadas.

Durante los últimos cinco años, las economías más grandes no han diversificado sistemáticamente los orígenes de sus importaciones. 

Todas tienen vulnerabilidades, algunas más que otras. China sigue avanzando en Latinoamérica y Panamá no escapa a la pretensiones y amenazas de EE. UU.

Estaremos viendo en esta administración de Trump, que vienen tiempos de garrote y zanahoria volviendo al odioso imperialismo del pasado.

 

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