La correcta selección de talentos representa un punto fundamental para evitar una alta rotación, incrementar la productividad de la organización entera y, en consecuencia, hacer exitosa a una compañía.
La forma de seleccionar personal ha cambiado y los elementos para calificar a un candidato ya no se centran solamente en su experiencia profesional, aunque sigue siendo un elemento clave. Hoy, los expertos en Recursos Humanos identifican tres lenguajes a considerar en una entrevista de trabajo y que debes tomar en cuenta:

  • Lenguaje verbal: qué dice esa persona de su trayectoria y en su CV.
  • Lenguaje corporal: lo que su vestimenta y su postura física dicen del candidato.
  • Lenguaje sensorial: qué sensación te provoca esa persona; te “late” su forma de ser o te provoca desconfianza; qué te dice tu instinto.Para evaluar la experiencia técnica lo mejor es el lenguaje verbal. Mientras que para saber cómo responde el candidato ante una situación incómoda –por ejemplo, cuando se le pregunta las razones de su despido, defectos–, el lenguaje sensorial es ideal para validar la honestidad de las palabras.
    El lenguaje corporal ayuda a determinar cómo sería esa persona en labor de venta o trato con clientes, ya que se puede evaluar si su cuerpo denota apertura o confianza, y no arrogancia en sí misma. Aquí observamos cuál es la posición de los brazos y piernas, el tono de voz y la correcta dicción.
    Un CV puede decir maravillas de la experiencia de alguien, aunque también existe la posibilidad de que esa información sea falsa. Para confirmar que está diciendo la verdad, observa sus movimientos corporales. Hay elementos corporales que te pueden ayudar a identificar las cualidades de una persona. ¿Cómo está vestido? ¿Cómo está sentado? ¿Te ve a los ojos? ¿Cruza los brazos y las piernas? Existen rasgos en el lenguaje corporal que reflejan el profesionalismo de un sujeto, así como su autoestima y la seguridad en su trabajo y en sí mismo.

gesticular

Cuando la gente exagera su gesticulación y movimientos sugiere que es gente insegura y, por ende, esconde cierta arrogancia o protagonismo para disfrazar esa inseguridad. Los brazos y las piernas, por ejemplo, no deben estar cruzados, porque eso denota desconfianza y poca apertura. La sonrisa sugiere que es una persona sincera y honesta, igual que tener un contacto visual constante sin que llegue a ser fijo, sólo que demuestre que está escuchando.
También es importante atender la respiración, para identificar si hay variaciones o no en ella, ya que ésta debe ser constante y continua, ni rápida ni lenta. Recuerda que alguien que respira con un ritmo determinado está en armonía consigo mismo.
Otros puntos clave son la cara y los gestos que hace el aspirante. Todo él es un conjunto de elementos y es fundamental saber leer cada uno de ellos: currículum vítae, vestimenta, movimientos corporales y faciales, y el tono de voz, que debe tener cierto volumen, ritmo y una articulación perfecta de las palabras.
Si bien los expertos dicen que es esencial tomar en cuenta los tres tipos de lenguaje (verbal, corporal y sensorial), pero al final eres tú quien decidirá qué peso darle a cada cosa.
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