Muchos hemos oído hablar del Black Friday, pero pocos de su corriente contraria: el Buy Nothing Day o Día Mundial sin Compras. El BND (Buy Nothing Day) surgió como protesta ante el consumismo excesivo que en épocas de festividades, se multiplica. Compramos sin medida y luego llega la conocida “Cuesta de Enero” que representa las dificultades y privaciones después del gasto en Navidad.
BND

 

 

 

Esta manifestación fue creada por el artista canadiense Ted Dave e impulsada posteriormente por la revistaAdbusters, quien le cambió el nombre a “Occupy Xmas” para incentivar el consumo en negocios locales. La primera celebración tuvo lugar en 1992 en Canadá como reflexión sobre el consumismo excesivo. En los Estados Unidos, se celebra el mismo día del Black Friday, como movimiento en respuesta a la bajada de precios y filas kilométricas que incentivan el consumo. Actualmente son 65 países los que participan en esta “protesta”, aunque su voz carece de la potencia que tiene el Black Friday y los grandes almacenes. La mayoría de las cadenas de televisión evitan anuncios del BND puesto que no pueden crear competencia en contra del Black Friday y los capitalistas que pagan grandes sumas de dinero por anuncios televisivos.

Éstas son algunas de las actividades que llevan a cabo los partidarios de este movimiento:

  • Recortes de tarjetas de crédito: en centros comerciales o calles con grandes comercios, los participantes deambulan con unas tijeras y un afiche con el que pretenden “librar” a las personas de las tasas de interés y el endeudamiento que traen consigo el uso de las tarjetas de crédito.
  • Fiestas en las calles, sentarse en las entradas de los establecimientos o desfiles de “zombies” que desvían la atención de los compradores e impidan una mayor facturación para los negocios.
  • Protestas públicas y otras manifestaciones como apagar luces, electrodomésticos, teléfonos celulares y demás aparatos electrónicos durante todo un día.
  • Actividades de recreación y disfrute del aire libre para promover más las actividades físicas y menos el consumismo.La idea principal de este movimiento es reivindicar el poder que tenemos como consumidores y evitar el derroche, que en muchos casos contamina. Por ello buscan adeptos entre los grupos contra el cambio climático y ambientalistas.Es una buena alternativa contraria al Black Friday, sobre todo en tiempos de crisis y austeridad. La verdad es que compramos mucho más de lo que necesitamos sin pensar en las consecuencias, no sólo económicas sino para el medio ambiente. Que nos sirva de reflexión para que, aunque aprovechemos algunos de los descuentos que nos trae el Black Friday, pensemos dos veces antes de comprar, si el producto que nos vamos a llevar a casa es necesario o le vamos a dar uso. Muchas veces la respuesta nos ahorraría mucho dinero.

 

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