Cenizas en el corazón

de juegos no urdidos

en el esplendor de antaño

cuando desnudo rasgaba el himen del infinito

con el falo del alma

que me decía soy Poesía

ángel de la guarda velando por mi

alejando las garras de la soledad

Poesía de granate y leche

endúlzame el sendero del Retorno

chorreo hambre por las ubres celestes

eyaculo albas, sudo transparencias condenadas a vivir sin ti

ahora que vuelvo mojado de añoranza

nostalgia de los almendros en flor

estío de solo existir

después de vivir con los dioses

que me enseñaron el coito del infinito

perpetuo orgasmo

Sigue leyendo a Roldán-Roldán

No Hay Más Artículos