Doña Fiesta se mueve entre una multitud de admiradores con los que ríe, habla y baila. De solo verla me cansa mucho. Es frecuente encontrarla deleitando a sus admiradores con unas anécdotas que pueden estar inspiradas en la película “El Gran Pez”. Es decir que lo que cuenta muchas veces no se ajusta a la realidad. Sin embargo, como su mente funciona rápidamente se apodera de recursos de ficción dignos del “realismo mágico”. Ella siempre hablará de lo que piensa o ha vivido con mucho éxtasis. Posee un repertorio de experiencias vividas o analizadas para huir del vacío existencial. Claro que ella siempre desea llevar la voz cantante y acapara toda la atención cuando habla con garbo.  Doña Fiesta brilla con luz propia… es una estrella.

El Arquetipo de Doña Fiesta

El Arquetipo de Doña Fiesta

Doña Fiesta mientras más busca alegrías, menos satisfacciones encuentra en cada experiencia de vida. Y a pesar de tenerlo todo vive en un incesante estado de ansiedad. Al observarla bien, detrás de cada triunfo podemos ver su eterno estado de insatisfacción. Ella es de las que piensa. “mientras me guste a mí, los demás que se fastidien”. Esto nos muestra su característica más egoísta e insensible. Su conducta puede llegar a ser como la de un adicto. Es decir, necesita fuertes dosis de felicidad para mantener su espíritu elevado.

Se mueve como pez en el agua entre muchísimos colores, sonidos, sabores y texturas de la vida cotidiana. Mira muy pocas veces en su interior y en de los demás. Por el contrario, es atrevida, participativa y actúa bulliciosamente con el entorno. Ella es atrevida, alegre, vital, espontanea, hiperactiva, encantadora y muy agotadora. Muchas veces me pregunto cómo es posible que tanta energía se concentre en una sola mujer.  Doña Fiesta todo lo disfruta, todo lo quiere experimentar y todo lo quiere consumir. El aburrimiento no está en su diccionario de vida. Su forma de aproximarse al mundo es de intensa vitalidad. Ella no pierde el tiempo analizando el lado oscuro de las personas que le rodean. Jamás cae en la tentación de ser juez de nadie. Simplemente, se fija en las virtudes de la gente y esto le trae una inmensa popularidad.

Doña Fiesta aprovecha todas las oportunidades de la vida en beneficio propio y está muy clara en cómo disfrutar del placer sin olvidar a los demás. Ella no gasta energías en todo lo que no le permite experimentar emociones de forma instantánea. No acepta un “NO” por respuesta. Aunque vive centrada en ella misma de manera ilimitada cuenta demasiados chistes, profundiza poco en las relaciones amorosas, exagera hasta en la forma de gastar el dinero y dice lo primero que les pasa por la cabeza. No todo el tiempo aporta alegría y positivismo al mundo esta mujer muchas veces se torna insensible y egoísta.

Hace tiempo me anoté en una excursión con una amiga de infancia cuya alegría era muy contagiosa.  Doña Fiesta convenció a una decena de amigos para hacer un viaje a la Selva. Sin tiempo para deshacer las maletas apuntó a todos en un viaje nocturno por el Río Orinoco. Una vez allí, el barco le pareció muy lento. Así que regresamos al campamento. Y cuando estaba sentada en la mesa y la cena pedida, empezó a gritar para que le tomaran unas fotos. Lo único que le preocupó era a quienes etiquetaría en las fotos de Facebook. No disfrutó del paseo, del barco, de la cena, la música y mucho menos de los fabulosos cocteles y bebidas que sirvieron esa noche.

El Arquetipo de Doña Fiesta

El Arquetipo de Doña Fiesta

Cuando Doña Fiesta tiene problemas tiende a querer anestesiar todos sus problemas con bailes y entretenimiento. Llena su agenda con miles de actividades que le impidan tener tiempo de pensar en lo que no quiere. Jamás quiere mirar dentro de sí misma. Así que se embarca en una nueva relación sentimental, en un viaje, un nuevo deporte extremo o en un nuevo régimen alimenticio. Sólo piensa en cuánto disfrutará con el siguiente proyecto. Su atención siempre se concentra en el futuro.  Doña Fiesta se frustra cuando nadie es capaz de satisfacer sus caprichos.

En el grado positivo de Doña Fiesta encontramos a una mujer con espíritu libre, amigable, optimista, exuberante, con una jovialidad y juventud envidiable. A ella le gusta hablar, amar, reír y comer. Resulta curioso comprobar que muchas de sus actividades favoritas se concentran alrededor de la boca. Cuando todo marcha bien en su vida le interesa percibir el mundo con sus cinco sentidos: lo que ve, lo que oye, lo que saborea, lo que toca y lo que huele. Además, es capaz de vislumbrar el lado bueno ante cada adversidad. Ella tiende a guardar un sitio especial en su corazón para sus “aliados incondicionales” que la adoran e idolatran. No olvides Doña Fiesta tiene un “Club de Fans”.

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