Si ya probaste 200 dietas y ninguna funcionó, si estás cansado de pasar hambre y de mal humor porque no puedes comerte ni un dulcecito, aquí está un nuevo método de dieta con el que quizás, hayas encontrado la solución definitiva a tu problema.

¿Qué tal si en vez de contar calorías y ver la grasa de las etiquetas de cada producto, te concentras en el metabolismo? Esa podría ser la clave.

Si quieres perder peso, pero eres de los que odia el gimnasio, tranquilo, traigo buenas noticias, fíjate en el metabolismo y aprende a acelerarlo.

El metabolismo es el conjunto de procesos químicos que realizan las células de los seres vivos para llevar a cabo sus funciones propias, como la transformación de los nutrientes de la comida en distintas formas de energía.

Puede ser lento o rápido, según la velocidad con la que el cuerpo realiza estas funciones y está directamente relacionado con ganar peso o perderlo, todo depende de cómo lo entrenemos y “eduquemos”. Cuando el metabolismo es más rápido quema más calorías y nos permite adelgazar y ahí está el secreto, mantenerlo siempre rápido.

El metabolismo rápido, que también depende de la genética, empieza a ralentizarse hacia los 40, con lo que, cuidado si ya llegaste a esa edad porque ahí se ponen las cosas peliagudas. Pero que no cunda el pánico, pues aquí te traemos algunos consejitos que te ayudarán a mantenerlo rápido:

  • Desayunar: es la comida más importante del día y la que no te puedes saltar. Toma un desayuno rico en nutrientes poco después de levantarte. Huevos, tostadas, cereales, frutos secos y fruta para que el cuerpo se mantenga saciado.
  • Hacer HIIT, un tipo de entrenamiento con intervalos de alta intensidad intercalados con minutos de descanso y bicicleta estática tres veces por semana, para adelgazar sin tener que pasar horas interminables en el gimnasio.
  • El té verde, un alimento milagroso y quema grasas como el que más, además de ser rico en antioxidantes.
  • Vinagre de sidra de manzana: tomar un par de cucharadas media hora antes de la cena y verás cómo se te reduce el apetito.
  • No picar entre horas. Se que es difícil, pero habrá que intentarlo si queremos sacarnos de encima esos kilos pegados que no se van del cuerpo.
  • Grasas y verduras: tomar una dieta rica en verduras y grasas de las buenas… el aceite de coco, las nueces curdas y los aguacates son excelentes.
  • Muévete, camina, anda, sube y baja escaleras, desplázate, cualquier movimiento que le des al cuerpo te lo agradecerá. Nada de sofá y película.

Pon en práctica estos consejos por un mes y me cuentas, ¡verás la diferencia!

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