¿Qué son los hábitos?

Nadie nace con baja auto-estima, ni con desórdenes alimenticios, ni mordiéndose las uñas, ni estresado, ni con ira acumulada, ni con frustraciones. Todos los hábitos son conductas que hemos aprendido y practicado con tanta frecuencia que se han convertido en nuestra “segunda naturaleza” por lo que se han convertido también en el bloqueo de nuestro verdadero YO.

Los hábitos son comportamientos aprendidos, observados y copiados de otras personas: creemos que fumar, comiendo más, limpiaro compulsivamente, dudar en la toma de decisiones es lo mejor para nosotros. Eso nos hace más felices, por eso es que practicamos todos los días estos comportamientos, con la creencia de que no solamente nos harán sentir bien, sino que mejoraremos el concepto que tenemos de nosotros mismos, lo que nos ayudará a ser en realidad la persona que nos gustaría.

Sin embargo, no todo es tan malo, ya que sabemos que detrás de una conducta, siempre hay una intención positiva. No tenemos hábitos por nosotros mismos, es nuestro cerebro quien nos sugiere lo que es mejor en cada momento, así que cuando sentimos alguna molestia o incomodidad, éste reacciona para aliviarnos mediante sugerencias que por repeticiones pasadas piensa que nos ayudarán, incluso aunque sepamos que anteriormente no fue de ningún beneficio.

Pensamos y aprendemos utilizando códigos mediante los que se forman los hábitos, una vez que sepas como romper el código de tus procesos de pensamiento serás capaz de utilizarlo para afrontar todo lo que te encuentres por el resto de tu vida, experimentarás perspectivas diferentes, y en lugar de seguir perdiendo el tiempo pensando en qué has fallado, empezarás a pensar en lo que quieres hacer.
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¿Cuál es la diferencia entre un hábito bueno y otro malo?

Por lo general no etiquetamos los hábitos, simplemente los aceptamos tal como son, a veces puedes tener un hábito malo y sentirlo como bueno o viceversa, tal vez la diferencia entre uno y otro depende de ti, de qué tanto quieras mantenerlo o librarte de él.

Para que puedas cambiar un hábito, necesitas entonces re-programar tu cerebro y, ¿cómo lo vas a lograr?: desarrollando nuevas conexiones neurológicas en tu cerebro que te sugieran otra clase de conducta, adquiriendo conductas que sustituyan a las anteriores que te proporcionaban placer, que te hagan sentir bien o mejor que antes y repetirlas hasta que los viejos hábitos de pensamiento se extingan y se olviden.

Aquí un excelente ejercicio si estás planteándote cambiar:

1. Toma un cuaderno y 3 lápices de diferentes colores.
2. Haz una lista de los hábitos que deseas desechar y los que deseas mantener, con los que te sientes feliz.
3. Subraya con un color los hábitos de los que te quieres deshacer y con otro color los que quieres conservar.
4. Con el tercer color agrega otros hábitos nuevos que quieras adoptar.
A medida que lees tu lista, ten presente que son simplemente cosas que has aprendido, que puedes desaprender o que puedes aprender con la práctica. A continuación, en otra hoja, pon en una lista los hábitos que subrayaste y qué quieres eliminar y para cada uno de ellos responde las siguientes preguntas:
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  • ¿Nací con este hábito?
  • ¿Lo he aprendido?
  • ¿Es un hábito adoptado? Por ejemplo: de tus padres, amigos, pareja, etc.
  • ¿Me encuentro a gusto con este hábito?
  • ¿Es bueno para mí?
  • ¿Me será útil en el futuro?
  • ¿Deseo cambiarlo?
  • ¿Estoy preparado para cambiar?
  • ¿Qué necesito para cambiar?
  • ¿Qué me ayudará a cambiar?

Pensarás que cambiar es difícil, lo cierto es que estamos condicionados para creer que es así, pero piensa en todas las veces que has ido cambiando a lo largo de tu vida, casi sin pensarlo, has sufrido sin duda alguna una evolución con el paso del tiempo y en general estos cambios que tuviste fueron de manera consciente e incluso inconsciente, pero sin lágrimas, sin sufrimientos. Así que si deseas cambiar, si no eres feliz, lo primero que necesitas es modificar tu mente, ya que es quien te puede impulsar a mejorar o bien te puede defraudar.

Recuerda que tu organismo obedece a lo que tu mente dice pregúntate: ¿Cuántos de tus pensamientos son los mismos de siempre y cuántos son ya tan viejos que ni siquiera sabes en qué momento se instalaron en tu mente? cada vez que repites un pensamiento le estás dando fuerza, vida y el circuito neuronal por el que se está transmitiendo este mensaje se está consolidando y no permites que entren a tu vida cosas nuevas, ideas creativas, ilusiones, experiencias, etc.

Ten presente que si te juntas con personas negativas, deprimidas, que siempre están vaticinando lo peor; que constantemente se están quejando y platicando de sus problemas; entonces seguramente te estás contaminando, una cosa es que escuches el problema de una amiga, a que todos los días te esté platicando de lo mismo y entonces existe la posibilidad de que te sumerjas tanto en ella que terminarás siendo un espejo de sus propios sentimientos. Haz la prueba, ¡júntate con gente positiva y sentirás el gran cambio!.

Si eres de las personas que por más que quieran romper con sus malos hábitos, siempre están posponiendo todo, haciéndose promesas de que pronto cambiarás, pero no se dan cuenta de que solamente están poniendo pretextos ante una situación de vida que se les está haciendo insostenible y que les está urgiendo que cambien su mente y re-programen sus hábitos. Debes de hacerte a la idea de que sí puedes cambiar, si puedes romper con tus hábitos erróneos y sí puedes educar tu mente hacia lo que verdaderamente deseas hacer con tu vida, date la oportunidad revaloriza tus metas, y lo más importante: céntrate en lo que verdaderamente quieres cambiar y una vez empezado el proceso, no te detengas.

Empieza el proceso completo de cambio por las cosas que te resulten más fáciles, tomando este desprendimiento de hábitos erróneos como un desafío, en el que estás dispuesta a ganar. Motívate, usa diferentes técnicas, para ello, sobrepasa tus límites de comodidad, todos los días, a cada momento hasta que lo que quieres cambiar se convierta en un buen hábito y obtendrás los resultados que deseas. Está comprobado que la repetición sistemática hace que se llegue al perfeccionamiento y olvídate de la frase “Siempre he sido así” es un peligroso stop para lo que quieres hacer y cambiar, empieza a generar tus propias reglas y estarás cambiando tu energía hacia un campo positivo, de este modo encontrarás el camino hacia tu verdadera libertad… hacia un nuevo modo de vida.
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“Lo mejor que puedes hacer para cambiar el mundo es cambiar tus propias creencias, para hacerlas más positivas, sobre la naturaleza de la vida, la gente, la realidad … y comenzar a actuar de acuerdo con ello” –Bhakti Gawain

Para reflexionar:

Romper con los hábitos erróneos, Pete Cohen y Sten Cummins.

 

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