¿Se ha apoderado el temor de tu vida?

El miedo o temor es una emoción caracterizada por un intenso sentimiento, habitualmente desagradable provocado por la  percepción de un peligro real o supuesto,  presente, futuro e incluso pasado. Es una emoción primaria que se deriva de la aversión natural al riesgo o amenaza y se manifiesta tanto en los animales como en el ser humano.

Alguna vez en tu vida has sentido miedo?, un miedo que no sabes explicar a qué es?, un miedo con el que de repente tu pecho se llena de una emoción que ya conoces, tal vez hasta tengas taquicardias y empiezas a lidiar de nuevo con lo que no quieres sentir? Y te dices a ti mismo, “No por favor, que no regrese”

Te has propuesto analizar a que le temes? Has buscado en tu mente cuándo fue la  primera vez que te sentiste así?  porqué de repente y sin desearlo tienes la misma sensación?

Te platico: Cada vez que sentimos ese miedo indescifrable es una sacudida a nuestro confort, en el que nos hemos sumergido sin darnos cuenta y tal vez ya es tiempo de que debamos reestructurar nuestros conceptos mentales, revisar qué estilo de vida estamos llevando, y  cómo nos estamos manteniendo sanos física y mentalmente.

Cuando tienes estas emociones negativas a flor de piel, puede ser que no toleras nada, crees que todo se puede salir de control, no quieres ni que te hablen y mucho menos hablar, deseaas confiarte a alguien, pero pensarás cuántas veces he acudido a amigas, padres, hermanos, pareja, incluso hasta un terapeuta y sigues sintiendo lo mismo?  Y ahora que ha ocurrido de nuevo te preguntas a quién le llamo? Quién me puede ayudar? Un médico? (y qué le dirás? Que tienes miedo a qué? Si ni tu misma lo sabes…por supuesto que no le llamas porque lo primero que te recetaría son medicamentos que no quieres tomar, lo has estado evitando todo el tiempo porqué sabes que tú puedes salir de esto, podrás pensar acertadamente!).

Si te pones a analizar un poco, podríamos decir que el ajetreo de la vida diaria, las emociones que no hayas cómo canalizar, el creer que no puedes racionar los miedos naturales, todo esto influye en tu mente para convencerte de que no eres capaz de tirar a la basura esos temores, o que tal vez ya los eliminaste y regresan una y otra vez, y cada vez que lo hacen, piensas que ahora si se quedarán instalados para siempre, que tal vez corriste con suerte la vez pasada y los superaste, etc., pero que esta pasando en reallidad?

Una parte importante a cuestionar es que pierdes la confianza en ti, porque cada que regresa el temor das por hecho que ahora si no podrás librarte de él, analizas una y otra vez cada experiencia, cada sentimiento e incluso cada movimiento de tu cuerpo, bueno si pudieras contar hasta tus respiraciones lo harías, todo esto para asegurarte que el miedo ya lo has sentido antes, pero tal vez por momentos no crees en que si antes llegó y se fue, también lo hará ahora!

La herramienta más poderosa que tienes a tu alcance eres tú mismo, recuerda que la mente la mayoría de las veces nos quiere hacer jugadas.  Un ejercicio excelente para aminorar los miedos es imaginar a tu cerebro que tiene almacenadas todas tus experiencias buenas  y malas en unos enormes archivos  separados por orden alfabético, entonces en el momento en  que te llegan las emociones de inmediato visualiza a tu cerebro en qué expediente de emociones negativas buscó que te hizo sentir así, y entonces ayúdale a reclasificar por así decirlo el que busque ahora uno con emociones positivas: tus ultimas vacaciones, tus momentos más felices, la película que más te haya gustado, en fin seguro que tendrás muchos más recuerdos agradables que tristes. Fortalécete a través de enfrentar y dominar el miedo.

Eres víctima de tus miedos cuando ves al miedo más grande que tú, cuando sientes que no puedes más, cuando te das por vencida; pero recuerda que eso sucede cuando rechazas el poder interno que tienes y dejas de lado todo la magia y fuerza que te han mantenido para llegar hasta donde estás exactamente ahora, porque al estar leyendo estas líneas es que sigues viva a pesar de todos tus miedos y sufrimientos, no es así?

Afortunadamente, sabemos que podemos educar nuestra mente, y darle mantenimiento de por vida, para que precisamente no pasemos por estas jugarretas,  si no ponemos atención en mantener una mente educada, ella misma se enfocará en buscar los recuerdos y experiencias menos agradables: “Miedo” “ansiedad” “angustia” “depresión”, pero si te enfocas en que busque archivos agradables entonces encontrará “felicidad” “alegría” “tranquilidad” “paz mental” etc.

Debes, como dicen los Existencialistas, dejar morir una parte de ti mismo para que des nacimiento a lo mejor de ti y evolucionar de otras maneras, y dejes de aferrarte a lo que te ha servido más o menos, así es como encontrarás el equilibrio, el nivel en donde necesitas estar.

Empodérate! Saca ventaja de las situaciones, pregúntate hacia dónde te están empujando, a moverte más seguramente, llena tu mente de optimismo, achica esos temores y velos desde otra perspectiva… recuerda que no siempre es lo que vemos ni pensamos, analízate desde fuera de ti y volverás a creer en ti, te engrandecerás ante tus miedos y sentirás el extásis de la VICTORIA.

Apuesta a que saldrás adelante todas las veces que se presenten estas emociones, aunque sientas que no puedes más, esta bien es de humanos querer darse por vencido, Pero no magnifiques tus debillidades, mejor mantén presente en tu mente las veces que has derrotado ese monstruo llamado miedo y eso te dará fuerza para gritar LO HICE OTRA VEZ, ENFRENTE LOS MIEDOS Y LOS VENCÍ!!!

CONCLUSIÓN:

Para dejar de ser víctima de tus miedos, necesitas verte tal como eres, aceptar que tienes miedo, pero también aceptar que proviene de tu mente, que tu lo has fabricado con tus experiencias, con tus ideas anticipatorias, pero en cuanto comprendas que has sido fuerte siempre ante las adversidades tu miedo desaparecerá, y puede que regrese, pero en períodos cada vez más espaciados, recuerda que nuestras rutas mentales al irlas cambiando a través de nuestros pensamientos, cada vez se harán más y más lejanas esas emociones negativas hasta que desaparezcan por completo.