LA ETERNIDAD EN LOS DEMÁS
Una queridísima amiga española acaba de enviarme un correo electrónico (todo se ha electrocutado en nuestros tiempos, Deo gratiae) en el cual adjunta un gran abrazo para un amigo común que falleció hace dos años. Este amigo era tan conocido que su muerte apareció en los periódicos de España y otros sitios; pero, curiosamente, esta amiga dio la triste noticia a colegas del instituto donde trabaja. ... Seguir Leyendo...