Muchos sectores de la sociedad estadounidense, incluidos varios republicanos, reprobaron y reaccionaron con indignación ante la absoluta falta de respeto con que Donald Trump se refirió a la intervención en la Convención Nacional Demócrata, de los padres del soldado musulmán Humayun Khan, muerto en combate en Irak.

soldado-38Celebramos que el impacto de sus declaraciones haya sido fatal para este siniestro personaje, cuya campaña se fue en picada desde entonces. Celebramos también que estas reacciones mostraron respeto por la familia de un héroe estadounidense, sin importar que éste fuera un musulmán de origen pakistaní.

Es cierto que los estadounidenses comparten un gran respeto por sus fuerzas armadas y por sus héroes de guerra, pero los héroes de guerra pertenecientes a grupos étnicos minoritarios, en especial los mexicanos e hispanos, no siempre han recibido el respeto social que merecen.

Sí, este caso de hoy, me recuerda una historia de ayer, historia que da cuenta de que los “trumps” han estado presentes siempre en esa sociedad.

Macario García, nacido en Villa de Castaño, Coahuila, emigró con sus padres y sus nueve hermanos a Sugar Land, en el estado de Texas, siendo un infante. Ahí, creció y trabajó como pizcador en los campos algodoneros, hasta que en 1942, se enlistó en el ejército cuando tenía 22 años. Fue asignado inicialmente a Normandía, donde arriesgando su vida por un país del que aún no era ciudadano, combatió con tal valentía que fue conocido como “el mexicano temerario”. Sus actos heroicos a lo largo de su participación en la Segunda Guerra Mundial, le valieron no sólo una Estrella de Bronce y dos Corazones Púrpuras, sino que fue el primer inmigrante mexicano que recibió la Medalla de Honor, la más alta condecoración militar de Estados Unidos, misma que recibió en la Casa Blanca, en 1945, de manos del Presidente Harry Truman.

“más de un tercio de los soldados latinos han sufrido discriminación y humillaciones durante sus años de servicio”

Ya de regreso a Houston, TX. el sargento García fue homenajeado por el Club Rotario y por la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC), la primera organización latina de defensa de los derechos civiles de los hispanos, además de ser entrevistado por varios periódicos locales, como lo que era, un héroe de guerra que con su vida había defendido los ideales estadounidenses.

No obstante, apenas unos meses después de haber sido condecorado y al día siguiente de esos homenajes, el propietario del Café Oasis, en Richmond, Tx. , le impidió a Macario la entrada al establecimiento, pese a que portaba el uniforme militar. El letrero de “No se admiten perros ni mexicanos “colgaba en la puerta del lugar. Enojado por tal discriminación, García rompió la ventana, y se lió a golpes con el propietario, por lo que fue arrestado. Apoyado por varias organizaciones cívicas, entre ellas LULAC, fue liberado poco después.

Su patria natal, México, lo condecoró también en 1946, otorgando a Macario García la medalla al Mérito Militar, en la Ciudad de México, siendo aún ciudadano mexicano, ya en fue hasta 1947 cuando Estados Unidos le concedió la ciudadanía, 24 años después de su llegada a ese país.

soldado2-39Esta historia es sólo una, de miles de historias de los héroes mexicanos, el grupo que, proporcionalmente, obtuvo el mayor número de medallas de honor y otras condecoraciones, combatiendo en las fuerzas armadas estadounidenses durante la Segunda Guerra Mundial, en la que se estima que lucharon casi medio millón de mexicanos y otros hispanos.

Más que un ejemplo, la historia de Macario García constituye un símbolo de los héroes mexicanos e hispanos que a su regreso de la guerra – entonces y ahora- enfrentan la discriminación de los blancos supremacistas – los “trumps” – para quienes los méritos en batalla de estos valientes soldados no son suficientes para hacerlos olvidar que son mexicanos.

“fue el primer inmigrante mexicano que recibió la Medalla de Honor, la más alta condecoración militar de Estados Unidos”

Y lo mismo ha sucedido y sucede con otros latinos. Existen muchas investigaciones de distintas instancias, entre otras la Sociedad de la Fuerzas Armadas de Estados Unidos, que muestran que más de un tercio de los soldados latinos han sufrido discriminación y humillaciones durante sus años de servicio.

Con más de un millón de latinos en las Fuerzas Armadas, y una cifra igual de veteranos, la organización Joining Forces, creada por Michelle Obama y dirigida por el Coronel Ricardo Morales, tienen mucho que hacer para dignificar a estos soldados – y a todos los que son y han sido parte de las fuerzas armadas de ese país- . Lo primero, en el caso de los mexicanos y latinos: abatir la ignorancia y los estereotipos que sobre ellos existen en los muchos “trumps” que denigran a los estadounidenses por su racismo e intolerancia.

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