Los animales humanoides queremos todo, y siempre queremos más,

si no, observad el interés de una sola persona por convertir Asturias en la capital mundial de la poesía, llegando a afirmar en la prensa nacional que cuenta hasta con bebés en un extenso registro de datos personales de más de 15000 personas. Masificación que incluye sindicatos, empresas, e instituciones, además de particulares que jamás manifestaron ningún interés en la poesía ni movieron un dedo por ella.

Quizá es que su promotor, presidente emérito de los premios princesa de Asturias, un big boss man con influencias y contactos les parece una figura que les puede resultar útil de alguna manera. De momento quienes resultan útiles son los más de 15000 para él, que maneja a su antojo y observa reposadamente como otros se esfuerzan por su causa para no ver nunca su servidumbre recompensada.

Un proyecto personalista vinculado a un nombre que pretende rentabilizar toda la poesía de Asturias en su beneficio.

En un mundo tan protestón como el de la poesía, con multitud de personas que escriben sin dudar acerca de temas sociales o políticos, llama la atención que haya tanto silencio sobre éste asunto en particular. En otros casos, prensa y redes se llenan de opiniones posicionadas en contra y a favor. En esto no, lo que causa extrañeza por tanta inhibición, casi como bajo la ley del silencio, genera sospecha, el cuestionarse varias cosas y hacerse preguntas ante algo que no acaba de encajar.

Aunque a muchos se les caiga la baba con la chuchería esa de Graciano García, lo de Asturias capital mundial de la poesía, hay algunos que no aplaudimos con las orejas por ello. Nos saltan las alarmas por el repentino interés de hacer un gargantuesco evento de algo en lo que desde hace mucho no mostraba el mínimo interés, si no es por darse bombo publicitario.

Si, surgen dudas fundadas sobre el proyecto, como decíamos, más allá de que quien se esfuerza en promocionarlo son sus adeptos con carnet, mientras él reposa cómodamente y le llueven elogios, además de otras cosas. Pero ¿Quién o qué organización, y cómo se financian los envíos del carnet del proyecto? ¿Qué harán con los datos de los inscritos?

Lo que está claro es que la poesía sólo le interesa los 21 de marzo, y para algún titular suelto en el que figurar como gran benefactor, pero resulta que en Asturias la poesía ya protagoniza un montón de pequeños y no tan pequeños eventos, y ni Graciano ni las entidades que andan suspirando por la capitalidad mundial participaron, ni promovieron, ni apoyaron jamás.

¿Estamos al borde de un gran despertar poético o inmersos en la gran estafa a la poesía?

Sigue leyendo a Javier García

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