China debe ser acusada de negligencia sanitaria grave y la Organización Mundial de la Salud de connivencia. La OMS no tuvo el coraje de ordenar el cierre de las fronteras de China en diciembre de 2019, no por falta de información, sino por las implicaciones y la responsabilidad que conllevaba tal decisión. Esta hubiera sido la única medida efectiva para frenar la pandemia desde un principio. Dada la gravedad de los hechos, la OMS debe ser investigada por incompetencia y sus principales responsables destituidos.

 Lo más grave de todo es que China ocultó datos sobre el inicio de la pandemia, ya que comenzó mucho antes de lo que anunciaron.

El contagio inicial no fue un hecho aislado en un mercado como trataron de hacer creer, sino que se produjo de forma generalizada desde un principio sin ser detectado a tiempo. Es sospechoso que al inicio de la pandemia las autoridades chinas pusieran obstáculos para su investigación y trataran de minimizar la dimensión del problema. Es seguro que existen una serie de datos sensibles que han ocultado para librarse de toda responsabilidad; incluso se han atrevido a acusar a otros países de ser el origen de la pandemia cuando todas las evidencias apuntan a China.

El contagio inicial se relaciona con el comercio y la crianza de animales a nivel industrial en precarias condiciones sanitarias. Solo de este modo se puede explicar un contagio tan extendido desde un principio. Sin duda se dieron las condiciones propicias para que un virus que estaba en la naturaleza pudiera tener acceso directo al ser humano.

La prueba de que la pandemia comenzó mucho antes de lo que anunciaron las autoridades chinas es la presencia del virus en muestras de aguas residuales en algunas de las principales ciudades europeas en fechas muy tempranas. Si ha sido detectado el virus en dichas muestras al menos desde noviembre de 2019, eso significa que en la ciudad China de Wuhan comenzó la epidemia tiempo atrás.. Sin duda existen análisis de las aguas residuales en esta ciudad, cuya publicación arrojaría luz sobre el verdadero comienzo de la pandemia. Estos datos no los han dado a conocer las autoridades chinas al ser una información sensible que pondría en evidencia su sistema sanitario.

La OMS violó los protocolos más básicos para el control de las enfermedades infecciosas, como, por ejemplo, cerrar las fronteras de un país para evitar la expansión de una incipiente epidemia.

La OMS se dejó condicionar por el potencial económico de China y su influencia en los mercados de todo el mundo. Esto significa que, en el fondo, la OMS antepuso cuestiones económicas a la salud y sus responsables tuvieron el temor de interferir en este aspecto. Es por este motivo por lo que resulta manifiesta la connivencia de la OMS con China.

Una vez que se han consumado las consecuencias de la pandemia esto no se debe ver como algo inevitable, ya que deriva de una cadena de negligencias. Todo ello debe servir de lección para el futuro.

 

 

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