Todo por el maldito dinero; este año que está por terminar la Unión Europea lo concluirá con las problemáticas a tambor batiente, y es que, aún no finalizan las negociaciones para la salida lo más tersa posible del Reino Unido del organismo, cuando ya tienen encima la crisis por la aprobación de presupuesto sexenal (2021-2027), así como un gran estímulo económico para hacer frente a la pandemia, que hoy mismo está en el ojo del huracán, y es que Hungría y Polonia le pusieron el cascabel al gato, al vetarlo reiteradamente.

El tema que nos ocupa comenzó hace aproximadamente seis meses, cuando se aprobó la creación de un Fondo de Desarrollo Post-COVID, dicho apoyo extraordinario contiene una bolsa de 750,000 millones de euros, a lo que debemos sumar el presupuesto de los siguientes seis años que ronda 1.1 billones, en total un monto aproximado de 1’850,000 millones de euros, pero como decíamos, la discusión Hungría y Polonia la mantienen estancada, y se deberá resolverse en estos días, casi que, a como dé lugar.

Los magyares y los polacos, se juntaron a la Unión Europea en la mayor expansión que ha tenido el organismo en cuanto al ingreso de miembros, diez en total, pero además dicho momento en 2004 fue verdaderamente histórico, ya que se integraban países que habían pertenecido territorialmente a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, considerado el peor enemigo militar hasta 1991; Chipre, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Letonia, Lituania, Malta, República Checa, fueron sus acompañantes, pero a decir verdad el tamaño territorial y en número de habitantes, los hacían y aun hoy coloca a estos dos, como las naciones más representativas de la suma, baste decir que su fuerza económica hace que al instante junto con los checos, sean los únicos que conservan sus monedas, los demás ya migraron al euro, algunos de manera inmediata. 

Debemos decir que los dos países saben de su fuerza y poder, por lo que en diferentes ocasiones han puesto contra las cuerdas las decisiones de los actuales 25 miembros restantes, ya sucedió en asuntos migratorios, donde rasparon los derechos humanos, al legislar para que se declarará delincuente a la persona que socorriera a un migrante indocumentado, o al no seguir las directrices europeas sobre cuestiones medioambientales.

Hoy lo que pone las tensiones, es su negativa a aceptar, a que la liberación de las ayudas esté vinculada a las legislaciones locales

En particular las que tienen que ver con la libertad del poder judicial y el control de los medios de comunicación, a los que Viktor Orbán de Hungría y Mateusz Jakub Morawiecki de Polonia, se oponen rotundamente, contando tímidamente con el apoyo del líder eslovaco Iván (Janez) Jansa.

Durante los días 10 y 11 de diciembre está programada en Bruselas, Bélgica, la reunión del Consejo Europeo presidido por Charles Michel, y que congrega a los 27 líderes nacionales

por lo que desde el punto de vista político, es el máximo órgano negociación, en esta sesión la agenda viene muy apretada, ya que se tocaran los temas de seguridad en las relaciones internacionales, así como las nuevas medidas contra el covid-19, y por supuesto el tema de la liberación del presupuesto, además de la reunión euro, si para esas fechas, no se ha levantado el veto de Hungría y Polonia, las alternativas son las siguientes; uno, no se aprueba el presupuesto, lo que haría que la Unión Europea funcione el próximo año, con el mismo gasto que este 2020, lo que sacaría de juego el apoyo para el desarrollo por la pandemia; dos, se quita el veto de los rijosos, y se aprueba el recurso, liberando para todos lo acordado en julio; tres, se toma la decisión de no considerar a magyares y polacos, para estos apoyos especiales y los 750,000 millones de euros repartirlos entre 25 y no 27, o bajar el monto de reparto para no presionar más el presupuesto general.

Lo que sí no está en la mesa de discusión, sería una cuarta opción, que es permitir a estos dos países que tengan leyes que van en contra de todo el espíritu de la Unión Europea, esa jugada no será vista, un dato final, y es que se deberá tener muchísima confianza para una solución adecuada, Alemania, léase, Ángela Dorothea (Kasner) Merkel preside estos seis meses el organismo, a ella corresponde negociar con Hungría y Polonia de forma frontal, habrá resultados, seguro.

 

 

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