Esta semana que termina se llevaron a cabo las primeras jornadas del jubileo de platino, convocado para conmemorar las siete décadas de que Elizabeth Alexandra Mary Windsor, Isabel II, asumió el trono del Reino Unido, por lo que, antes de que termine el presente mes, será el segundo reinado del orbe con más tiempo de duración, estará solo detras del monarca francés que se mantuvo durante 72 años 110 días entre 1643 y 1715 gobernando, con la salvedad de que este en su ascenso tenía 5 añitos, e Issa ya contaba en su haber, 26.

 

Como decíamos Isabel II, es la reina que más tiempo ha permanecido en el trono de su nación, 70 años se dicen fácil, pero en muchos países es más que la esperanza de vida de la población, ya no digamos ejerciendo en un sitial de altísima exposición pública como es un trono de un reino de primer orden, fue el ya lejano 6 de febrero de 1952, cuando a la muerte de su padre fue coronada, ha sobrevivido a 14 primeros Ministros del Reino Unido, desde Sir Winston Leonard Spencer Churchill quien le quitó la novatez, y Robert Anthony Eden, Conde de Avon, hasta el actual neoyorkino Alexander Boris de Pfeffel Johnson, el mismo número de presidentes norteamericanos y 13 mexicanos, así como 6 papas, todo un récord. Además, a ello debemos de sumar una serie de acontecimientos importantes, que cambiaron su imperio y el mundo; originalmente heredó mando en todos los confines de la tierra, hoy sólo el Reino Unido, y en algunos lugares como Australia o Canadá sigue teniendo alabanzas, más por tradición que por otra cosa, ya era soberana cuando inició la construcción y en la destrucción del Muro de Berlín, el desmembramiento de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, la llegada del hombre a la Luna, el surgimiento de China como potencia económica, etc.

Como cualquier personaje público, y más alguien, que tiene siete décadas reinando, goza de momentos de gran aceptación o popularidad, y otras épocas en donde el rechazo público es notorio, sin lugar a dudas los tiempos de mayor alejamiento con su grey, los vivió a partir del 31 de agosto de 1997, cuando en un aparente accidente automovilístico en el Puente del Alma de París, murieron Diana Frances Spencer, que había sido esposa de su primogénito y sucesor, y quien hasta un año antes había sido la Princesa de Gales, y su compañero y novio el millonario egipcio, Emad El-Din Mohamed Abdel Monein Fayed, lo que llegó a cuestionar no solo a la reina per se, sino la continuidad de la monarquía misma, la especulación y el rumor fueron sus principales enemigos, aún hoy se mantiene el halo de que pudo estar involucrada, con el propósito de evitar que su nieto y futuro rey, tuviera un medio hermano mega multimillonario pero, musulmán, árabe, y africano.

 

Los problemas de Isabel II actualmente son muchos y como en botica, de todo un poco, Reino Unido pasa por un problema grave de hegemonía interna, especialmente con Escocia que pronto irá a referéndum de permanencia, y con Irlanda del Norte donde sus antiguos socios de la Unión Europea han mostrado rigidez en el respeto a los acuerdos del BREXIT y las fronteras irlandesas, después de dos años de pandemia la economía de nadie viene bien, y su país no es la excepción, además justo en estos momentos el Primer Ministro Boris Johnson no goza de su mejor popularidad, pero si de algo sirve siempre ha sido así. El otro cúmulo de problemas son en casa, el hijo favorito resulta, está en medio de una batalla judicial por acoso sexual en Estados Unidos, y todo apunta saldrá mal, de hecho, ya le fueron retirados sus cargos en la nobleza; uno de los nietos hijos de su heredero, renunció a sus títulos dentro de la casa real, y desde que se casó con una actriz de segunda se declaró free lance, solo tomó algunos cuantos milloncitos de libras esterlinas, y aprovecha las relaciones de la familia para vivir humildemente, cual hijo de cualquier vecino de Central Park, en Nueva York, finalmente el golpe sin duda más contundente le fue dado el año pasado cuando falleció a los cien años de edad su esposo y compañero durante más de 73 años de matrimonio.

Sin embargo, como decíamos arriba, 70 años se dicen fácil, pero en un mundo tan convulso revolucionado con miles de aristas, en los que la adaptación y readaptación a los cambies es la constante, no podemos dejar de pensar que bien vale la pena los festejos con desfiles militares, tedeums, las carreras de caballos en el Derby de Epsom, el concierto de Diana Ross y lo mejor el que le brindará Rod Steward.

 

 

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