Transcurría el día 70 de la administración de Ronald Wilson Reagan como cuadragésimo Presidente de los Estados Unidos, quien cumpliendo la agenda del día, salió del hotel Hilton de Washington DC, en el que convivió almorzando y habló ante el auditorio de la Federación Estadounidense del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO), eran las 14:30 de la tarde cuando John Warnock Hinckley Jr., disparó seis veces su revolver Röm RG-14, calibre 22, el cual contenía balas explosivas “Devastador”, de las que tienen azida de plomo, que causan mayor daño, ya que llevan integrado un propelente que reacciona a la combustión y hace que su acción se multiplique de manera infinitamente veloz, por ejemplo se usa en los aerosoles, o en los airbag de los automóviles, o sea una proyectil de estos tiene sin duda alguna, la intención de matar.

 

Este acontecimiento nos develó varias cosas; la más notoria al momento fue la vulnerabilidad del Presidente norteamericano, evidentemente su servicio de seguridad seguía siendo de cuarta división, no aprendieron nada del magnicidio del 22 de noviembre de 1963, estaban en Babia cuando John Hinckey accionó su arma y pudo realizar seis tiros, seis son muchos cuando se supone que hay un mega equipo cuidándote, el primero pegó en la cabeza del secretario de prensa de la Casa Blanca, el segundo en la espalda de un policía que pasaba por ahí, el disparo tres fue al aire y pegó en el edificio de enfrente, el cuarto, provocó el acto heroico del único agente secreto en reacción quien puso su cuerpo para proteger al Presidente, el quinto dio en uno de los vidrios blindados de la ventanilla del auto, y fue el último ataque, el que de rebote fue a pegar en la axila izquierda de Ronald Reagan siguió a dos centímetros del corazón y se alojó en el pulmón, los guardias fueron tan neófitos que la primer orden que dieron al chofer es llevarlo a casa, hasta que por suerte el que estaba cómodamente acostado encima del gobernante, se dio cuenta de la herida e instruyó que se dirigieran al hospital más cercano, hoy es un héroe en la agencia secreta.

 

Otro elemento que se conoció fue la falta de liderazgo y de reacción del vicepresidente, quien a la postre ocho años después, sustituiría al herido, y durante su mandato seguiría adoleciendo de lo mismo, George Herbert Walker Bush se encontraba en Texas y mientras volaba de regreso en el Air Force 2 rumbo a Washington, se enteró que el Secretario de Estado Alexander Meigs Haig Jr. que, en todo caso, sería el quinto en la sucesión según las leyes del país, informó a la prensa que tenía bajo su cargo toda la situación, ello le valió las críticas del Secretario de la Defensa y la división fue notoria en el staff del gobierno, situación que no se resolvía hasta más de un año después, en que a solicitud de varios países europeos el canciller fue relevado del encargo, inmediatamente después de que terminó su nefasta “Mediación” en la Guerra de la Malvinas; se debe reconocer que a Ronald Reagan le permitió hacer ajustes en crisis, lo que finalmente lo catapultó a convertirse sin duda alguna, en el gobernante más querido de los estadounidenses en los últimos 75 años, obviamente para el resto del mundo, especialmente México por supuesto que no, pero en su nación obtuvo los índices de popularidad más altos, por ejemplo ha sido en la historia, el segundo Presidente reelecto con mayor porcentaje de votos, el 97.5, sólo perdiendo Minnesota Estado natal del contrincante y el Distrito de Columbia, 525 de los 538 votos posibles, ni el PRI en sus mejores épocas.

 

Un elemento más, fue el que nos hizo volver la vista hacía Jodie Christian Foster, magnifica actriz que, desde los ocho años había participado en series televisivas y que en 1976 protagonizó con Robert Anthony de Niro la que hasta ese momento había sido una buena pero inadvertida películaTaxi Driver, en la que interpretando a una prostituta juvenil de 14 años Iris “Easy” Steensma, impacta a John Hinckley quien a partir de ese momento dedica el tiempo de su vida a seguirla y acosarla, llegando a inscribirse a cursos en la misma universidad en la que la actriz estudiaba con la finalidad de estar cerca de ella para según él pretenderla, hasta que se solicitó una orden judicial de alejamiento, la situación se salió de cause y en carta escrita por el magnicida frustrado, quien está semana que empieza recuperará su libertad absoluta, le hace saber que se inspiró en el largometraje, para perpetrar su accionar contra Ronald Reagan y que ella valorara su existencia, de terror, será que a los moconetes de ese tiempo nos impactó más la frase, “You talk to me” de Travis Bickle.

 

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